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Cuando las dos Alcarrias se dieron cita en Normandía

El Día de Guadalajara, | 9 septiembre 2009

70º Aniversario de la II Guerra MundialEl pasado martes 1 de septiembre se cumplían 70 años de la invasión de Polonia por las tropas de Hitler, lo que provocó que tan sólo 48 horas después Francia y Reino Unido declararan la guerra a Alemania, comenzando así la contienda más sangrienta y brutal de la historia de la humanidad, en la que se calcula que fallecieron unos 60 millones de personas, aproximadamente el dos por ciento de la población mundial, la mayoría civiles.

Guadalajara no fue ajena al descalabro de la II Guerra Mundial, y aunque España se declaró neutral, muchos voluntarios se alistaron en las filas de uno u otro ejército, aunque otros no lo harían de manera tan voluntaria. También en septiembre, el día 2 de 1945, finalizaba por fin el desastre. Nuestra provincia ya de por sí tiene su nombre escrito con letras de oro en la historia mundial, ya que el primer camión blindado aliado que entró en París se llamaba «Guadalajara», en honor a la Batalla de Guadalajara, que tuvo lugar en Brihuega en 1937, por ser considerada la primera derrota del fascismo. En realidad se trataba de un vehículo «semioruga» de la II División de Leclerc, conducido por el extremeño Domingo Baños y comandada por Tanguy. Otros semi-orugas famosos se llamaron «Don Quijote», «Madrid”, “España cañí», «Teruel», «Belchite», «Brunete», o «Ebro». Hay que tener en cuenta que para la mayoría de los combatientes aliados y los brigadistas internacionales, la Guerra Civil española fue en realidad el preludio de la II Guerra Mundial y el comienzo de la lucha antifascista, y así lo reivindicaron también los soldados alcarreños siempre.

Los campos de concentración.

Pero Guadalajara también cuenta en su haber con una terrible lista negra de 88 alcarreños (85 según una última fuente) que murieron en los tristemente conocidos campos de concentración de Gusen y Mauthausen. El sastre Manuel Razola, natural de Sacedón, figura entre los 1.500 supervivientes del horror de estos campos donde se dejaron la vida 6.000 personas, legándonos este estremecedor relato en su libro «Triángulo Azul». Y es que tan sólo un mes después de comenzada la guerra, Hitler ya comenzaba las deportaciones a los guetos de Polonia. El Foro por la Memoria Histórica de Guadalajara reivindica un espacio público en la ciudad en la que se homenajee a estos guadalajareños que perdieron la vida de manera tan dolorosa. «No hay equidistancia ni imparcialidad posible ante esta discriminación, no se puede ser imparcial cuando se trata de homenajear a personas que ayudaron a Hitler a esclavizar Europa o de personas que murieron defendiendo la democracia y la libertad», explica Xulio García Bilbao, portavoz del Foro por la Memoria.

Guadalajareños combatientes.

Nuestra provincia cuenta con ilustres combatientes en ambos bandos. El alcarreño que alcanzó mayor rango militar en el bando aliado en la II Guerra Mundial fue el teniente coronel Pedro Mateo Merino, natural de Humanes, al que además, se le podía ver hasta hace poco paseando o tomando un café en un céntrico bar de Guadalajara, donde fallecía el 19 de noviembre del 2000. Pedro Mateo era hijo de campesinos, pero gracias a su tenacidad logró estudiar el bachillerato en Madrid e ingresar en la Universidad Central. Militó en la Federación Universitaria Escolar y su compromiso le ocasionó encarcelamientos durante la República. Cuando le faltaba un curso para acabar la carrera de Ciencias, estalló la Guerra Civil, marchando al frente de Somosierra para frenar la columna que sobre Madrid envía el general Mola desde Burgos.Este humanense fue subiendo poco a poco de rango militar, pasando de simple miliciano a teniente coronel, estando muy bien considerado por su superior, Manuel Tagüeña. En mayo de 1938 fue nombrado comandante de la 35ª División del Ejército Popular de la República, compuesta por tres Brigadas Internacionales, mandando la 35ª División del Ebro, un batallón en el Jarama, y la 101ª Brigada en Brunete.Mateo Merino tuvo que exilarse a Francia, y de ahí a la URSS, donde se graduó en Ciencias Económicas y participó en la guerra contra el nazismo. Después de la Segunda Guerra Mundial vivió en Yugoslavia, Checoslovaquia y Cuba, donde trabajó como técnico de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. En 1970, la nostalgia le impulsa a solicitar el regreso a España. Pese a la primera negativa de las autoridades (por «ser coronel del Ejército soviético e instructor del Ejército cubano») logra su retorno. Sus últimos años los dedica a escribir sus memorias, «Por vuestra libertad y la nuestra», un lema de las Brigadas Internacionales. Le concedieron las medallas del Valor y la de la Libertad. Otro alcarreño que luchó en la resistencia francesa fue el militante socialista Juan Tavira, héroe de la resistencia y condecorado con la Legión de Honor.  Fue Teniente de Milicias en la Guerra Civil.Y en la 9ª Compañía de Leclerc combatió un alcarreño del pueblo de Bustares, Amador Garrido Palancar, que exiliado a Francia tras la Guerra Civil, luchó en la resistencia y se alistó en la Legión Francesa, yendo después a Argelia. Murió en Francia.

El único superviviente.

Alberto Casaus, militante socialista y miembro de la resistencia francesa, nació en Madrid, pero hace 40 años se trasladó a vivir  a Guadalajara. Alberto es la historia viva de toda una época, y con su apasionante e increíble vida llena de anécdotas se podrían escribir varios libros. Fue miembro de la resistencia francesa y guerrillero de apoyo en el mítico desembarco de Normandía el 5 de junio de 1944, el desembarco por mar más importante de la historia. Cuenta con la Legión de Honor y está considerado un héroe por sus valientes hazañas. Alberto se infiltraba en las filas alemanas llevando a cabo labores de sabotaje. Hoy en día, con 89 años, vive pacíficamente en Torija y visita Guadalajara puntualmente al menos tres veces por semana, donde un hijo suyo regenta un céntrico y popular bar que fundó su mujer.

Divisionarios alcarreños.

En el bando nazi, aunque no era alcarreño, sí estaba relacionado con la provincia por casamiento nada menos que el general en jefe de la División Azul Agustín Muñoz Grandes, cuya mujer era natural de Sigüenza. En 1945 fue nombrado Capitán General de la I Región Militar. En el octavo gobierno de Franco ocupó la cartera de ministro del Ejército, alcanzando el grado de Capitán General. Ocupó la Jefatura del Alto Estado Mayor hasta julio de 1962, cuando fue nombrado vicepresidente del gobierno.Otros divisionarios de Guadalajara fueron Teodoro Galera, Retuerta, Isaac de la Cruz, o Nicolás Crochi, entre otros. Todos los divisionarios españoles tuvieron que jurar en alemán lealtad a Hitler en Danzig  antes de salir hacia Rusia, y en su cinturón portaban una hebilla con el lema «Gott mit uns» (Dios con nosotros). Retazos de una de las épocas más aciagas de la humanidad, en la que Guadalajara tuvo una parte activa, valiente y trágica, dentro de la historia.

http://www.eldiaencastillalamancha.com/gu/noticia.php/9409