Federación Foros por la Memoria
Comunicados y Documentos de la Federación
Noticias
Agenda
Artículos y Documentos
Home » Artículos y Documentos

“Callar al mensajero” de Francisco Espinosa

Rafael Escudero, LQ Somos, 05-10-2009 | 7 octubre 2009

Gracias a Francisco Espinosa por este libro, y también a todos los protagonistas, buscadores de verdad y dadores de dignidad que aparecen en sus páginas

Este es un libro más que necesario para abrir los ojos, esos que siempre lleva vendados la Justicia, a los ciudadanos de este país sobre la importancia del derecho a saber. Salvaguardar y defender el derecho a la investigación y la libre publicación del resultado de ésta por parte de historiadores e investigadores es primordial. El acceso a la verdad histórica es el camino hacia la auténtica democracia y para las víctimas de actos punibles y execrables, mantenidos ocultos por la historia oficial, significa el acceso a la Verdad, la Justicia y la Reparación, base de los Derechos Humanos. La ciudadanía que recibe su historia tergiversada, manipulada o tutelada interesadamente por parte del gobierno de turno está condenada a un proceso de inmadurez que le inducirá a repetir graves errores.

El derecho a esta verdad es pues incuestionable y respetar las fuentes a través de las cuales nos llegan es imprescindible. No se puede acusar al mensajero, ni utilizar la Justicia para callarlo, coaccionarlo o asustarlo hasta la autocensura.

Hemos recogido estos fragmentos de las conclusiones del autor por su clarificadora importancia:

El modelo de transición que va tomando forma entre 1973 y 1978 tiene aspectos positivos para todas las fuerzas que participaron en el proceso, beneficiadas en mayor o menor medida, pero olvida la memoria democrática y olvida que en más de medio país no hubo “guerra civil” alguna, sino simplemente golpe militar y plan de exterminio. (…)

Los partidos empiezan a ajustarse a las posibilidades en juego y entre éstas ninguno contempla la reivindicación del pasado democrático, lo que justificarán diciendo que, ante todo, había que asegurar el futuro. Solo así se explica que unos y otros aceptaran sin inmutarse que ningún partido pudiera presentarse a las primeras elecciones con la palabra república o derivados en su nombre. (…)

La transición blinda el derecho al honor del fascismo español y deja intacta su memoria, y, al mismo tiempo, olvida el derecho al honor y el derecho a la memoria de las víctimas del golpe militar y el terror (…)

La inmensa mayoría de los consejos de guerra franquistas representaron un ataque frontal al honor de quienes fueron obligados a pasar por ellos y , sin embargo, a ningún juez ni instancia judicial se le ha ocurrido nunca solicitar su anulación en bloque. Es más lo que ha hecho la Justicia es negar las solicitudes individuales de revisión y anulación argumentando que con los valores y derechos democráticos no podemos atravesar la barrera de 1978. Sin embargo, con esos mismos valores y derechos sí se puede sentar en el banquillo y condenar a alguien que supuestamente haya manchado el honor de personas involucradas en hechos ocurridos en 1936. Evidentemente, la Justicia que así actúa está escorada hacia la derecha o su tendencia es ésa.(…)

No puede recaer en los jueces la decisión sobre si un trabajo de historia está bien hecho o no, (….) Sobre todo porque la Justicia no está capacitada para ello, ni le incumbe. Solo el historiador, el investigador o el documentalista saben el valor y la fiabilidad de un testigo. (…)

Cómo dar pruebas físicas a un juez si de estas no quedan más constancia que el testimonio oral de total credibilidad que es desacreditado por la justicia, y hasta criminalizado por la misma, quien se atreve a hablar? (…)

Y es que si los políticos hubieran cumplido su deber a la hora de proteger la documentación y ponerla al servicio de la sociedad la situación sería muy diferente. Y si existiera hace ya años una política nacional de archivos medianamente coherente y éstos estuvieran bien dotados y con el personal adecuado todo hubiera ido mejor. Y si los fondos documentales que aún conservan, o deben conservar, si es que no los han destruido, el Ejército, la Guardia Civil y la Policía hubieran pasado a depender ya hace tiempo de archivos del Estado y de personal cualificado del Cuerpo Facultativo de Archiveros nada sería igual. (…)

¿Tiene cierto sentido acaso que en medio del tímido intento por establecer cierta política de memoria sigan celebrándose juicios por ataques contra el derecho al honor (la mitad de los casos tratados posteriores a 2005)? (…)

¿Cómo medir el desgaste personal de quienes durante años se han visto sometidos a la enorme presión de las leyes por haber mantenido tal o cual cosa, de quienes han visto en entredicho su trabajo y su profesionalidad, de quienes han sido sometidos a agresivos interrogatorios por el mero hecho de haber actuado como transmisores de lo que otros les contaron? No hay forma de medirlo. Nada ni nadie les compensará. Lo único que se puede hacer es evitar que pase a otros lo que habrá que intentar de dos maneras: admitiendo la realidad de lo ocurrido en 1936 con todas sus consecuencias, derogando la amnistía de noviembre de 1977, y garantizando la libertad de investigación y de información.

Este libro nos enseñará a todos a valorar el trabajo de quienes dedican muchas horas de sus vidas a desentrañar y a despejar las incógnitas que han perdurado durante más de 70 años sobre muchos actos llevados a cabo durante la dictadura fascista de Franco. Trabajos que han aportado datos fundamentales a muchas personas que buscaban saber de sus familiares y que no tenían a donde dirigirse. Investigaciones que han ayudado muchísimo al proceso de Recuperación de la Memoria, que emprendieron asociaciones y particulares, proceso que lejos de cerrarse con la llamada Ley de la Memoria, continúa, solicitando Justicia para las víctimas. También destacar el valor de los testimonios orales, que en muchos casos, venciendo sus miedos, han compartido el relato de sus vivencias y han arrojado luz sobre hechos sin posibilidad de ser documentados por no haber quedado constancia de los mismos o por estar esas pruebas ocultas en algún cajón oscuro cerrado a cal y canto.

Gracias a Francisco Espinosa por este libro, que es el fruto de la semilla que se plantó en las jornadas llevadas a cabo en O Grove en 2007, y también a todos los protagonistas, buscadores de verdad y dadores de dignidad que aparecen en sus páginas.

http://baixrepublica.blogspot.com/

http://www.loquesomos.org/joom/index.php?option=com_content&view=article&id=2972:callar-al-mensajero-de-rafael-escudero&catid=3:lq-leemos&Itemid=64