Los organizadores culparon al Gobierno de mantener una herencia fascista11/10/2009 CARLOS MIER

Una nueva edición del acto de homenaje de las víctimas republicanas de la represión franquista en el Pozo Fortuna, celebrado ayer en Turón, sirvió para poner de manifiesto cierta tensión y una abierta división de opiniones en los partidos llamados de izquierdas sobre el manido concepto de memoria histórica, ampliamente discutido y reivindicado en los discursos de los conferenciantes participantes, en una plomiza mañana que será recordada en Fortuna por el enfrentamiento dialéctico –con amplios discursos– entre el alcalde de Mieres, Luis María García, y el presidente de la Federación Asturiana de Memoria y República (FAMYR), Francisco Javier de la Fuente.

En cuanto al tercer ponente –que intervino en segundo lugar–, el coordinador de Izquierda Unida en Asturias, Jesús Iglesias, se podría decir que tampoco estuvo en sintonía con el discurso de García, que reflejó su malestar en la introducción de su intervención –la última–: «Me he equivocado; pensaba que venía a un acto unitario en memoria de las víctimas de la represión franquista».

Y es que García escuchó de boca del citado presidente de FAMYR ciertas críticas que no gustarían a ningún socialista. De la Fuente criticó duramente la actual ley de la Memoria Histórica, promovida por el juez Garzón y el gobierno central del PSOE, por estar «vacía de contenido jurídico, político y social» y tildarla de «ley de punto final que favorece el olvido, la pérdida de pruebas y la posición de los asesinos», para rematar con una frase que, sin duda, encendió las iras de García: «los que gobiernan ahora siguen siendo los mismos que entonces porque sus leyes no han cambiado; la guerra no acabó en el 39 y tampoco en el 77».

Tras esto, Jesús Iglesias se asomó al micrófono para realizar su discurso, que estuvo plagado de alusiones al «pacto desequilibrado de la transición», porque había un bando que «tenía las armas», además de criticar la ley de amnistía del 77 y pedir «identificación y reconocimiento a la víctimas», muy en la línea de De la Fuente, en este último caso.

Una vez Iglesias concluyó, le tocó el turno a Luis María García, que, evidentemente, rechazó la herencia fascista señalada por el presidente de FAMYR como una «total y absoluta mentira porque en esa fosa también hay socialistas», los mismos que «hicieron posible el monumento del Pozo Fortuna y que hoy estemos aquí».

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