Miembros de la Asociación se desplazaron hasta el campo de concentración y depositaron una bandera tricolor en el monumento a los republicanos españolesEL COLECTIVO REPUBLICANO DE CUENCA RINDE HOMENAJE EN MAUTHAUSEN A LOS ESPAÑOLES VICTIMAS DEL GENOCIDIO NAZI

(Cuenca, 8 de noviembre de 2009). Una delegación de miembros de “Ciudadanos por la República” de Cuenca ha realizado un viaje a Alemania y Austria y se han desplazado hasta el campo de concentración de Mauthausen, más conocido como el “campo de los españoles” donde unos 9.000 republicanos, según estudios actualizados, fueron enviados y sólo unos 2.000 salvaron su vida. Pertenecían a Castilla-La Mancha unos 600 y a la provincia de Cuenca unos 60 hombres.

El acto consistió en una sencilla, pero emotiva ofrenda de la bandera tricolor con el logotipo de la Asociación republicana conquense, en el monumento que se erigió en homenaje a los españoles republicanos “muertos por la Libertad” como reflejan las placas que enmarcan a una figura de una mujer ayudando a un hombre desnudo y moribundo.

Además de la bandera republicana, el secretario del colectivo, Pedro José Ortega y su compañera Marian, al igual que las muchas personas que visitan este lugar de la memoria depositaron algunas piedras recogidas en la cantera donde los presos realizaban trabajos forzosos. Una cantera a la que se accedía a través de los 180 peldaños de las denominadas “escaleras de la muerte”.

Este homenaje fue el final de una conmovedora y emocionante visita al campo de Mauthausen en la que pudieron comprobar in situ los tormentos y vejaciones que sufrieron estos  españoles que “mayoritariamente tienen una historia similar: perdedores en la Guerra Civil, huyeron a Francia y acabaron como trabajadores forzados en los campos de exterminio, convertidos en verdaderas fábricas de la muerte. Muchos cayeron por agotamiento, frío, epidemias o exterminados en cámaras de gas. Y los pocos supervivientes, cuando fueron liberados, no tuvieron un país adonde regresar para contarlo como es el caso de nuestros conciudadanos”, comentó Ortega.

 “Los deportados fueron llevaos allí en trenes destinados a ganado y despojados de sus ropas y pertenencias para ser rapados y perder su propia identidad, comprenderían entonces que se encontraban a las puertas del infierno. Fueron marcados con el triángulo azul reservado para los apátridas, y un número de registro tatuado en el brazo fue su única identidad.”, explicó el portavoz del colectivo republicano.

A la salida del campo el secretario de la Asociación “Ciudadanos por la República” no pudo sino más que expresar su odio y repulsa a todo, lo que allí  había transcurrido durante años.

«Nunca imagine que el ser humano pudiera practicar tal aberración para cometer toda clase de torturas  para con otro ser humano”, dijo Pedro José, quien relató como “el ver los barracones, el muro donde los retenían, la cámara de gas y los crematorios, me han hecho sentir vergüenza de la raza humana, así como sentir todo tipo de emociones al palpar el sufrimiento que debieron sufrir nuestro «abuelos» en este campo”.

“Valga este pequeño homenaje como un tributo a las víctimas y ánimo para los que todavía quedamos aquí defendiendo lo mismo: la libertad de los pueblos y la lucha contra el fascismo”, manifestó emocionado el portavoz del colectivo republicano conquense.