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«La obra pretende que no se olvide la tragedia de los campos de concentración»

La Nueva España, | 16 diciembre 2009

Mar Pérez, productora teatral, presenta hoy «El convoy de los 927»

 

POR DAVID ORIHUELA

 «Los programadores que fueron a la Laboral este fin de semana se quedaron sorprendidos de la oferta asturiana»

El 20 de agosto de 1940 un tren cargado con 927 republicanos españoles exiliados en Francia parte hacia el campo de concentración de Mauthausen, en Austria. El viaje fue una agonía hacia un infierno, el del campo de exterminio, y al final del camino los hombres mayores de 16 años fueron obligados a bajarse. Las mujeres y los niños fueron devueltos a España bajo el estigma de «rojos». Es un viaje real que se narró en el documental «El convoy de los 927» producido por TV3 y que más tarde dramatizó para la radio la actriz, dramaturga y directora de escena Laila Ripoll. El año pasado un grupo de actores asturianos montaron la compañía «Kalatos Teatro» para llevar el tren a la escena. El resultado se podrá ver hoy, a las ocho y cuarto de la tarde (6 euros), en el teatro Filarmónica dentro del ciclo «Asturias a escena». Mar Pérez, la productora, presentó ayer la obra. Cinco miembros de una misma familia, madre, padre (fallecido antes de salir de Francia), un hijo mayor, de 16 años, uno crío pequeño y una hija.

-¿Por qué eligen para narrar la historia al que entonces era el más pequeño de la familia?

-El niño nos da la posibilidad de incluir elementos históricos. Los españoles que estaban en Mauthausen eran apátridas gracias a Serrano Suñer, que pactó con la Alemania nazi para que los refugiados republicanos en la Francia ocupada no fuesen reconocidos como ciudadanos españoles. Es un ejemplo de cómo el niño nos sirve de referente histórico.

-¿Cuál es el objetivo de la obra?

-Que no se olvide la tragedia. Lo más espeluznante es que de todo lo que se cuenta no hay nada inventado porque el texto se toma de los testimonios directos que los supervivientes de aquel viaje transmitieron en el documental de TV3.

-La primera vez que presentaron la obra fue en el teatro de La Laboral, uno de los símbolos franquistas más importantes de España, ¿cómo se sintieron?

-Un poco cohibidos cuando llegamos y empiezas a ver símbolos franquistas por todas partes. Además coincidió con una instalación del artista Avelino Sala que había puesto un luminoso gigante de «Una, grande y libre».

-Siguiendo en la Laboral, este fin de semana se celebró la primera muestra de artes escénicas, ¿cómo fue la cosa?

-Hay que dar las gracias a la Consejería de Cultura del Principado de Asturias por la organización, que ha sido muy buena. La Universidad Laboral y su teatro es el lugar más adecuado de Asturias para este tipo de actos. La Consejería y todos los técnicos de la Laboral han hecho un gran esfuerzo por facilitarnos el trabajo.

-La intención que tenía el Principado al organizar la muestra era lograr contratos fuera de Asturias para las compañías de aquí, ¿se ha logrado?

-Llámeme usted dentro de un mes. De todos modos yo hablé con programadores de Madrid que asistieron a la muestra y me explicaron que allí funcionan muy bien las redes con itinerarios en distintos municipios de la comunidad para compañías de otras regiones, puede que ahí esté una de las claves de la muestra.

-¿Alguna pista?

-Lo que ocurre es que nosotros, las compañías, lo que queríamos era vender nuestro producto, y los programadores tampoco se querían mojar mucho en estos momentos de crisis.

-Al margen del negocio, ¿les gustó lo que aquí vieron?

-Con los que yo hablé estaban impresionados con lo que se hace en Asturias.

-¿Se quedaron ustedes satisfechos?

-Lo más importante es que los programadores viesen cómo funciona una obra en directo, con público. Normalmente nosotros mandamos un dvd, pero es fundamental que lo vean en directo y se ha conseguido.

-El viceconsejero de Cultura, Jorge Fernández León, afirmó públicamente que le gustaría que la Consejería produjese con dinero público algún montaje de una compañía asturiana.

-Ya se hizo otros años con las becas de residencia que concede la Laboral.

-En las que sólo había un espectáculo de danza con asturianos y ninguno de teatro.

-Es cierto, sería muy interesante que el Principado produjese el montaje de alguna compañía. Cuando nosotros nos constituimos en compañía teatral para hacer «El convoy de los 927» nos dimos cuenta de lo complicado que es hacer una obra, en especial en el aspecto económico. Hay que afinar mucho los costes y andar jugando con las subvenciones. Hay que buscar un sitio cómodo y digno para ensayar, que los actores tengan el tiempo y los ensayos suficientes para prepararse. Si la Consejería te produce está claro que es un colchón económico importante y además te promocionará.

-El montaje de «El convoy de los 927» no es nada sencillo.

-La historia cuenta principalmente el viaje en el tren desde Francia hasta Austria y la vuelta a España. Para escenificar todo utilizamos un vagón de tren que mide 5,50 metros de alto por 6 de largo y que además movemos en el escenario para crear los distintos espacios. Es muy difícil encontrar un escenario que te permita evolucionar con elementos de dimensiones tan grandes.

http://www.lne.es/oviedo/2009/12/15/obra-pretende-olvide-tragedia-campos-concentracion/847845.html