El club incluye al dirigente, que presidió el club en la guerra civil y que fue condenado a muerte por el franquismo, en su lista de mandatarios

 

 V. CHILET VALENCIA

El Valencia CF ha rehabilitado oficialmente a Josep Rodríguez Tortajada (1899-1982) como presidente del club, cargo que ejerció durante la Guerra Civil (1936-1939), pero del que fue «borrado» tras acabar la contienda bélica. Un olvido que se ha prolongado durante 70 años. El trabajo de historiadores como Julián García Candau, Miquel Nadal y Josep Bosch reivindicó el legado, durante los años de la guerra, del presidente proscrito. Sobre esa base, en noviembre de 2009, Levante-EMV reconstruyó la trayectoria vital del dirigente valencianista. Rodríguez Tortajada fue el presidente número 13 del Valencia FC y nunca dejó de ser socio del club.

Rodríguez Tortajada fue elegido presidente en agosto de 1936, después de que el club quedara incautado por los acomodadores del estadio, que dieron paso a una comisión integrada por socios, jugadores y empleados. El mandato de Rodríguez Tortajada, además, fue muy fructífero. Bajo su gestión el equipo siguió compitiendo con normalidad e ideó el proyecto de construcción de un nuevo estadio y de una ciudad deportiva para todas las secciones de la entidad (atletismo, hockey, natación…). La figura de Rodríguez Tortajada también fue clave para la constitución de las competiciones que tuvieron lugar en suelo republicano: la Liga del Mediterráneo y la Copa de la España Libre. Rodríguez Tortajada compaginó su cargo de presidente con el de teniente de alcalde de Valencia por parte del Partit Valencianista d’Esquerra. Además, alineó al club a favor de la República.

A los pocos meses de acabar la guerra, fue encarcelado y condenado a muerte por el franquismo, pena que se le fue conmutando hasta que, en 1944, fuera puesto en libertad condicional. Durante su estancia en prisión ayudó, gracias a su profesión de enfermero, a que no se propagara una epidemia de tifus. La cancelación total de los antecedentes penales no le llegaría hasta el 14 de marzo de 1957.

«Es un acto de justicia con la memoria»

Francesc Cueva, hijo adoptivo de Rodríguez Tortajada, no podía ocultar ayer su satisfacción tras conocer la noticia del reconocimiento de su padre como presidente: «Es una gran noticia, que me llena de alegría», confesó a este periódico. Cueva asegura que la rehabilitación de la figura de su padre era «un acto de justicia con la memoria del club». «Igual que se habla de memoria histórica en términos políticos, también hay que aceptar que esa revisión se extienda a otros campos, como el deporte. Hasta hoy, tres años de los 90 que tiene el club habían permanecido en la oscuridad», argumenta Cueva. Preguntado por el olvido al que se ha sometido a la figura de su padre, Cueva sigue preguntándose por qué la rehabilitación no ha llegado con anterioridad: «Han pasado más de 30 años de democracia y se podría haber resuelto antes, pero lo importante es que al final se ha conseguido el objetivo».

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