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“El arte de volar”

La Librería de El Sueño Igualitario, | 15 marzo 2010

Antonio Altarriba (Guión), Kim (Dibujo)

 

 

Se puede adquirir al precio de 22 euros a través de La Librería de El Sueño Igualitario

208 páginas. 24 x 16,5 cm

 

 

El 4 de mayo de 2001 el padre de Antonio Altarriba se suicidó. De esa manera ponía fin a una vida marcada por el fracaso y la frustración. Al igual que otros muchos hombres y mujeres del pasado siglo intentó construir un mundo más justo y la Historia le dio la espalda, quiso volar con las alas de la ilusión y acabó estrellándose. De su mano recorremos las penurias de la España de principios de siglo, la guerra civil, el exilio, los campos de concentración, la resistencia contra los alemanes, el mercado negro, el desarrollismo, la llegada de la democracia… Con este material Antonio Altarriba elabora un guión desgarrador en el que, como no podía ser de otra manra, se halla profundamente implicado. Kim se encarga de ponerlo en imágenes con el mejor de sus estilos. Juntos construyen una historia vibrante en la que padecimientos y atrocidades no impiden que el amor y el humor ocupen un lugar importante. Estamos ante un gran fresco de la Historia de España pero también ante un despiadado retrato de la codicia humana destinado a convertirse en referencia clave de nuestra historieta.

Antonio Altarriba (Peñafllor, Zaragoza, 1952). Profesor universitario apasionado de la historieta, la fotografía, la literatura erótica y el ensayo sesudo. Creador con mayúsculas que se mueve con comodidad por todos los géneros artísticos y, aún mejor, que los inventa.

Kim (Joaquim Aubert Puigarnau) (Barcelona, 1942) es un referente imprescindible de la historieta española. Todos conocemos sus trabajos en Por Favor, El Víbora, Vibraciones, Makoki, etc. Desde 1977 es autor fundador de la revista El Jueves donde realiza su serie Martínez el Facha (el más entrañable (único) de los fachas…). En 1995 fue galardonado con el Gran Premio del Salón del Comic de Barcelona.

Mi primer contacto con este libro fue a mediados de mes, en una librería próxima a donde trabajo, y me llamó la atención por su portada y por el creador de las viñetas, Kim (Martínez el facha, única tira que se publica en El Jueves desde su inicio), ya que del autor del guión, Antonio Altarriba, no conocía prácticamente nada.  Se trataba de una primera edición, limitada a mil ejemplares, que en principio se me antojó excesivamente cara para adquirirla así, sin tener demasiada idea de qué iba aquello. Como disponía de algo de tiempo, comencé a leer allí mismo. Llegué del tirón hasta la página 39, momento en que reparé en la empleada de la tienda, observándome con ánimo de encontrar el modo de llamarme la atención, dado que llevaba algo más de media hora absorta en la lectura. ¿Le puedo ayudar en algo?, preguntó con cierto tono agresivo y cara de pez al notar que me había percatado de su presencia. No se preocupe, ya me he decidido. Y el libro se vino conmigo en dirección a la caja.

Lo cierto es que el relato engancha desde la primera viñeta, tanto por el dibujo como por el texto, ambos magníficos. Antonio Altarriba narra de modo biográfico, basándose en las notas que durante años había escrito su padre, y añadiendo algunos elementos de ficción, la vida de su progenitor, que no es sino un recorrido personal por prácticamente el último siglo de la Historia de España.

“La política se apoderaba de todo y la vida se nos hacía Historia… Y la Historia hace más difícil la vida…”

Relatado en primera persona, a modo de memoria, elaborado desde el punto de vista de un hombre cuya existencia estuvo marcada por el fracaso y la frustración, a nivel personal y también en cuanto al anhelo de construir un mundo más justo, como tantos otros alguna vez soñaron, ataviados en la lucha con las alas de la confianza y el empeño, mientras la Historia les daba constantemente la espalda.

“Había una gran ebullición ideológica y todos hervíamos en la salsa agridulce de la penuria y la ilusión…”

El punto de partida es un hecho real, el suicidio de Antonio Altarriba padre, que se lanzó al vacio desde un cuarto piso de la residencia geriátrica en la que vivía voluntariamente, para poder -dijo- al fin volar libre. A partir de su muerte, Antonio Altarriba -hijo- elabora la crónica de toda una generación de españoles, relatada a través de las circunstancias y los sentimientos de su padre, quien a pesar de tratar de dirigir su destino se vio siempre arrastrado por los acontecimientos que la Historia de su país le mandó vivir.

“Supe que la guerra iba a ser larga y cruel, porque las guerras en las que interviene Dios siempre lo son…”

El padre de Altarriba, un desterrado al igual que tantos otros perdedores de la guerra, fugitivos, exiliados, prisioneros en campos como el de Arlés en la Francia del Pacto de No Intervención unos meses antes de estallar la Segunda Guerra Mundial, luchará en la resistencia francesa, regresará a la España vencida para sumirse en el multitudinario exilio interior de los miles de españoles que se quedaron, vivirá la pactada caída del régimen cuarenta años después, la restauración monárquica, la nueva democracia, sin encontrar nunca el horizonte del otro mundo por el que siempre continuó luchando. El relato, muy bien documentado, es intenso a la hora de retratar la condición humana; pero también respetuoso y sincero, y trata quizá de buscar los motivos o la coherencia a muchas de las decisiones del padre, sin entrar a juzgarlas, pero en las que a modo de espejo se representa un despiadado dibujo del siglo XX español que sin duda alguna conforma la sociedad no demasiado estable en la que vivimos actualmente y, quien sabe, si todavía tendrá algo a añadir a nuestro futuro.

Mención aparte merece Kim, artista grafico de esta historia, porque es simplemente espléndido, no se le puede otorgar un calificativo menor. Con trazo sencillo y sin demasiadas florituras, el dibujo es enormemente expresivo, revelador, capaz de mostrar desde las situaciones más trágicas a los sentimientos más profundos con asombrosa simplicidad, pero desbordante de la sensibilidad que caracteriza a los grandes de la historieta, dejando patente página a página su dominio absoluto de la expresividad para con la figura humana, aunando con maestría las situaciones más trágicas con un más que hábil sentido del humor. El conjunto, argumental y gráfico, dan como resultado un relato conmovedor y complejo, que eleva sin duda el nivel del cómic español y hace de esta una obra imprescindible, no sólo para los que gustan de la historieta o la novela gráfica, sino para cualquier amante de la cultura. Agotada en muchos sitios esta primera edición limitada y numerada, Ediciones Ponent ya ha sacado al mercado una segunda en formato más pequeño y económico. Yo estoy más que satisfecha de poseer el número 428 de la primera tirada, y convencida de que en lo sucesivo se hablará, y mucho, de este recomendable trabajo, porque es una joya comparable si quieren al “Maus” de Art Spiegelman, al que en mi opinión nada ha de envidiarle. Al tiempo…

http://babel36.wordpress.com/2009/06/28/el-arte-de-volar-antonio-altarribakim/