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Al fin, ocurrió

Floren Dimas, | 25 abril 2010

24 de abril, mil murcianos contra la impunidad de los crímenes franquistas

 

Mil murcianos venidos de diferentes lugares de la Región, manifestaron el sábado con pancartas y lemas coreados, su indignación por el alineamiento de jueces del Tribunal Supremo, amparando las querellas de organizaciones como Falange Española y otras organizaciones fascistas, contra todo intento de romper por vía judicial el blindaje de la impunidad de los crímenes contra la humanidad,  cometidos por el franquismo.

A pesar del empeño puesto por algunos convocantes, en polarizar la manifestación como «de apoyo al juez Garzón», fueron sobrepasados por los mensajes, lemas y pancartas, que destacaron el origen del problema (la impunidad) en lugar de hacerlo sobre sus consecuencias (el proceso a Garzón). Se abrió paso en las intervenciones la expresión de la conciencia colectiva, que exige la ilegalización del régimen franquista y con ello, la ilegalización de los tribunales represivos, la nulidad de sus sentencias, la judialización de la fosas comunes y la persecución penal de los criminales, en aplicación de las Leyes Penales Internacionales, bajo el lema «Verdad, Justicia y Reparación». Lo que se convocó como un llamamiento instrumentalizador para sacarle las castañas del fuego al Gobierno, para evitar mediáticamente la posible inhabilitación de Garzón en el Caso «Gürtel» (la gran baza electoral del PSOE contra el PP), terminó elevándose como el inmenso clamor de mil murcianos, en contra de la Ley de la Memoria Histórica, que nadie intentó defender y ni siquiera justificar a estas alturas, denunciando con mensajes coreados, y agitar de pancartas alusivas, la escandalosa IMPUNIDAD que todos los gobiernos habidos desde 1975 hasta el día de hoy, han venido construyendo para blindar la Ley de Amnistía de 1977.

El esfuerzo desplegado por partidos políticos y sindicatos mayoritarios, institucional o circunstancialmente aliados del Gobierno, movidos por intereses propios, ha sido superado por la dinámica de una conciencia social, que va más allá de los propósitos de los convocantes, dejando en evidencia la complicidad que algunas de estas organizaciones en el sostenimiento de la impunidad, elaborando o justificando la Ley de la Memoria Histórica.

Mil  murcianos clamaron por abrir nuevas vías de movilización popular, apoyando iniciativas resueltas y exigiendo un completo cambio de rumbo al Gobierno y a los dirigentes de los partidos y sindicatos que lo apoyan, no dando credibilidad a las hipócritas lamentaciones de algunos por las consecuencias, y en su lugar,  afrontando los retos del origen del problema: exigiendo la ilegalización jurídica del franquismo y la anulación de la Ley de Amnistía de 1977.

 GALERÍA FOTOGRÁFICA de una jornada histórica en Murcia