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Fernando Fernández Martín (Eurodiputado del PP): ´Si hubiera sido alcalde, habría símbolos franquistas´

La Opinión de Tenerife, 18-04-2010 | 21 abril 2010

“José Luis Rodríguez Zapatero cometió un grave error con esa mierda de la Ley de la Memoria Histórica”

 

DANIEL MILLET

SANTA CRUZ DE TENERIFE Aficionado al mundo del motor, a los viajes y a la literatura, Fernando Fernández Martín (Santa Cruz de La Palma, 29 de mayo de 1943) siempre ha destacado por su carácter polifacético, que se refleja incluso en su triple faceta de médico, político y ensayista. Dejó la Presidencia del Gobierno de Canarias el 28 de diciembre de 1988 tras perder una cuestión de confianza. Fue un paso efímero, de apenas año y medio, ya como líder del PP de Canarias, cuando había comenzado su carrera en el CDS. Neurólogo, doctor en Medicina y profesor de universidad, fue diputado en el Parlamento de Canarias (1983-1994) y eurodiputado desde junio de 1994 por el PP. Él lo llama «el exilio europeo», que abandonó para centrarse en algunas de sus aficiones, sobre todo la de escribir. De hecho, ha firmado siete publicaciones de temáticas tan variadas como Europa, Canarias y la pobreza en el mundo.

–¿Cuál cree que fue el paso más importante para el encaje actual de Canarias en España y Europa?

–Canarias es un pueblo joven. Nuestra historia es reciente y es un pueblo que está madurando y que tendrá que madurar más. Pero tampoco la historia es tan corta y ha tenido muchos momentos importantes. Uno fue la aprobación de los puertos francos y antes lo fue de forma dramática la conquista. Castilla conquista las Islas y, como en todo proceso de conquista, murió mucha gente, murieron muchos guanches. Ha habido muchos en la etapa reciente, cuando en 1911-12 se aprueban los cabildos insulares. Hemos tenido en los tiempos más recientes, como españoles que somos, la aprobación de la Constitución, que fue respaldada en Canarias por el 90 por ciento de los votantes. En ese momento me equivoqué al votar en blanco, no porque estuviera en contra de la Constitución, sino porque no soy monárquico, sino en todo caso juancarlista. Pero desde el siglo de las luces y la revolución francesa, la democracia es de la república. Un momento decisivo fue cuando Canarias se integró en Europa. Y nos integramos mal al principio, en lo que se llamó la opción dos.

–¿Qué fue lo mejor de su corta Presidencia?

–Fue corta, pero hice algunas cosas. Por ejemplo, salir de esa opción dos o crear, con los presidentes de Azores, Madeira y otros vecinos, el movimiento de las regiones periféricas. La primera reunión de dirigentes ultraperiféricos se produjo a iniciativa mía en la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife.

–¿Cree que las reivindicaciones independentistas se han producido como consecuencia de la crisis?

–Observo esta situación con escasa preocupación. Veremos en qué queda esto cuando lleguen las próximas elecciones. Esa será la realidad. Cosa distinta es la parte mediática. Mire, yo soy demócrata y creo que en democracia todo el mundo tiene derecho a defender sus ideas, siempre que se haga por las vías democráticas y se excluya la violencia y el insulto. Hay que ver los ensayos de Nietzsche sobre las dicotomías. Desde Nietzsche, la patria no es la tierra. Antes que él, ya Kant había escrito La crítica de la razón pura y desde el siglo de las luces ya sabemos que la ciudadanía es lo importante. La tierra sólo tiene sentido si sobre ella habitan ciudadanos libres. Yo soy tan canario como el que más. De hecho, en mi sangre, desde el padre de mi tatarabuelo, sólo tengo sangre canaria, por todas las ramas además. Pero yo para aceptar que alguien es canario no tengo que mirarle el RH. Mi RH es canario cien por cien, pero para mi son canarios todos los que nacimos en Canarias y los que voluntariamente han querido unirse a mi pueblo, a mi tierra canaria. Lo contrario es la barbarie, el siglo XIX de esa Europa arrasada por las guerras de los nacionalismos. Y lo máximo de esa barbarie fue la Segunda Guerra Mundial, cuando Hitler, haciendo uso del nacionalismo, de la xenofobia y del racismo desató la mayor catástrofe que hemos padecido en Europa.

–Ha habido dos manifestaciones a favor de la independencia y ha surgido incluso una corriente separatista en CC.

–El derecho a la manifestación está consagrado en la Constitución española. Es un derecho irrenunciable por el que estoy dispuesto a dar mi vida. ¿Cuál es la importancia política de esta ofensiva independentista? Lo veremos, repito, en las próximas elecciones. Pero como creo que somos mayoría y tenemos la razón, esto no pasará de ser un episodio más de los muchos que hemos tenido en la historia. Mire, ya no sólo le digo que me siento cien por cien canario, sino que no tenga la menor duda de que sé más de canarios ilustres y de cultura canaria que la mayoría de los que se manifestaron por la independencia. Tal vez por eso, ellos se manifiestan por la independencia y yo por la españolidad y la europeidad de Canarias. Si alguien dice que somos una colonia, es porque vive en una democracia, que es lo contrario que una colonia.

–¿Qué opina del uso de la palabra godo?

–Voy a aprovechar para decir que me pareció fatal lo que dijo el concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz [Hilario Rodríguez, cuando señaló lo del «tonicazo al godo»], tan fatal como le pareció a la misma Ana Oramas. Para mí hay peninsulares y godos. Hubo y hay godos, pero por fortuna quedan menos. Cuando era niño venían muchos godos en plan conquistador. Pero de esos, gracias a la autonomía cada vez vienen menos. También le digo que actitudes godas hay en todo el mundo, por desgracia. Por eso el mundo es tan injusto, tanto como el que conocí y relaté en mi libro Las caras de la pobreza. Gracias a él conocí la miseria en el mundo. La culpa no es de esos seres que viven en la miseria; es de los miserables hediondos que roban, corrompen y causan la pobreza. Como dijo Jean-François Revel, ´la corrupción es el cáncer que corroe a las democracias´.

–Y sobre el victimismo isleño, ¿cree que va con el hecho de vivir rodeados de mar?

–Primero soy canario, luego palmero, luego español y después europeo. Por ese orden. Y eso no es contradictorio: es lo mismo, pero lo pongo en ese orden. Pese a ello, nunca he practicado el victimismo, porque creo que el mundo es de los que quieren salir adelante. Ni he practicado el victimismo, ni me gustan las mangas y los enchufes. El ciudadano, en una democracia, tiene que salir adelante por sus propios méritos.

–Ya que habla de la corrupción, afecta muchísimo ahora a su partido, al que más afecta por lo menos en los casos que están teniendo más repercusión…

–El PP no es corrupto. Los partidos no son corruptos; son corruptas las personas. La corrupción no es un hecho ideológico, es una desgracia que afecta a cualquier persona, que siendo militante de cualquier partido cae en esas garras. Y mi partido no es precisamente el que más corruptos ha tenido en España. Le recuerdo que hay ministros de la época de Felipe González procesados y condenados por corrupción, que hubo directores generales de la Policía procesados y condenados. La corrupción en España tuvo su máxima expresión durante los últimos años de Felipe González, por fortuna superados. ¿Sabe quién fue el primer condenado por corrupción en Canarias? El secretario primero del Parlamento de Canarias, un diputado socialista. Y lo peor no es que ese pobre desgraciado haya sido un corrupto; lo peor es que los socialistas canarios, sabiendo que tenían allí a un señor procesado, lo mantuvieron hasta que salió para acudir a la cárcel.

–En el Parlamento de Canarias hay un diputado, Esteban Bethencourt (CC), que ha sido condenado en primera instancia. Y ahí sigue.

–Esteban Bethencourt es un amigo. Fue diputado de CDS, me ayudó mucho en la política, le quiero como amigo y, aunque haya caído en algún error, seguiré siendo su amigo. Tal vez el presidente del Gobierno por una vez tenga razón: si hay recurso, y hasta que no haya una sentencia firme, hay que mantener la presunción de inocencia. De todos modos, si yo fuera Esteban Bethencourt, habría dimitido.

–¿En qué medida han fallado los ex presidentes, se ha fallado en general, para que Canarias esté sufriendo tanto la crisis?

–Canarias tuvo niveles de desempleo tan altos como los actuales en los finales de los setenta. Cuando fui presidente del Gobierno, teníamos más de un 25 por ciento. Y Felipe González era presidente de España. Eso bajó espectacularmente en los años posteriores al felipismo, que fueron los que presidió por cierto José María Aznar, y eso ha vuelto a subir en un gobierno presidido por cierto por el señor ZB, como me dijo la más joven de mis hijas, que es de izquierdas. ZB por Zapatero Burro. Pero en Canarias hemos tenido un problema añadido: desde que estamos en Europa, nos hemos beneficiado del mayor nivel de inversión pública que ha habido nunca, sobre las Islas ha caído una lluvia de miles de millones de euros, pero han caído demasiado deprisa en poco tiempo. Eso está descrito por los economistas como el desarrollismo, que no es lo mismo que desarrollo. El desarrollo debe ser ordenado; el desarrollismo es una perversión del desarrollo, por su desorden y porque cuando hay tanto dinero prolifera la corrupción. Y esa es la consecuencia de lo que está pasando en Canarias.

–¿Cómo ve lo ocurrido con la Ley de la Memoria Histórica? Hay símbolos franquistas que siguen ahí, como el monumento de Las Raíces.

–No tengo que ver nada con el franquismo, sino sólo estoy para rechazarlo y desecharlo. Pero no tengo ningún odio y creo que forma parte de la historia de este país. A mí no me parece mal que en algunos lugares se hayan retirado los símbolos del franquismo. No sé si yo lo hubiera hecho. Pero, como no soy sospechoso de haber tenido que ver con el franquismo, puedo contar la única bofetada que mi padre me dio en mi vida. Fue una noche que llegué a casa diez minutos tarde. Yo vi que mi padre estaba serio. Al cabo de diez minutos, le pregunté por qué estaba así. Me contestó que de dónde venía. Le dije que me entretuve en el Frente de Juventudes [organizaciones juveniles españolas creadas por el régimen de Franco]. Y me dio un bofetón. Yo, tragándome las lágrimas, le recriminé que por qué había reaccionado así. Me dijo que no tenía nada que aprender precisamente en el Frente de Juventudes. No volví a ir nunca más.

–¿Si hubiese sido alcalde, habría retirado esos símbolos?

–No habría retirado ningún símbolo franquista de la vía pública.

–Pero, ¿qué tiene que decir del proceso emprendido por el Gobierno de Zapatero?

–José Luis Rodríguez Zapatero cometió un grave error con esa mierda de la Ley de la Memoria Histórica, con todo el respeto para los caídos por España, hayan luchado en el frente que fuera. Yo a la Guerra Civil la llamo la guerra incivil. Todos los que murieron fueron víctimas de una barbarie. Pero Rodríguez Zapatero nunca debió haber roto el consenso constitucional, que hizo posible la Transición. Con todo eso lo que está haciendo es alimentar los rencores y los viejos demonios de lo que don Antonio Machado bautizó como las dos españas. Este ZB ha vuelto a crear las dos españas. 

http://www.laopinion.es/canarias/2010/04/18/canarias-hubiera-sido-alcalde-habria-retirado-simbolos-franquistas/281604.html