Hilda Farfante: «Me siento culpable de lo que le pasa a Garzón»
La hija de fusilados, de 79 años, resume el sentir de muchos familiares de asesinados por el franquismo
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NATALIA JUNQUERA – Madrid –
Sentada en una bancada de pupitres de un aula de la Facultad de Relaciones Laborales de la Universidad Complutense, Hilda Farfante Cayo, de 79 años, confesó ayer, entre lágrimas, que habÃa sido el sentimiento de culpa el que la habÃa llevado hasta allÃ, a participar en el encierro simbólico de apoyo al juez Baltasar Garzón.
Sentada en una bancada de pupitres de un aula de la Facultad de Relaciones Laborales de la Universidad Complutense, Hilda Farfante Cayo, de 79 años, confesó ayer, entre lágrimas, que habÃa sido el sentimiento de culpa el que la habÃa llevado hasta allÃ, a participar en el encierro simbólico de apoyo al juez Baltasar Garzón. «Me siento culpable de lo que le pasa. Porque yo le veÃa que iba a por Pinochet y luego a por los argentinos y siempre decÃa: ¿Y lo de mis padres? ¿Y la represión franquista? Cuando dijo que se iba a ocupar de esto, me llevé la alegrÃa de mi vida. Ahora, con todo lo que le está pasando, tengo ganas de pedirle perdón. Mi abuela siempre decÃa: ‘a los falangistas decidles siempre a todo que sÃ. No les llevéis nunca la contraria’. Y a lo mejor tenÃa razón».
Hilda tenÃa cinco años cuando perdió a sus padres, ambos maestros, como ella. «Se conocÃan desde pequeños, iban siempre juntos. Nunca se habÃan separado. A mi madre fueron a buscarla cuando iba a abrir el colegio. Ocho años después, en su acta de defunción, escribieron como causa de la muerte: ‘Hecho de guerra’. Abrir el colegio de un pueblo era un hecho de guerra. Mi padre fue a buscarla al dÃa siguiente y lo mataron también. Ella está enterrada en una cuneta. A él lo tiraron por un barranco. Son desaparecidos. A las tres hermanas nos separaron, cada una con un familiar. Ya nunca volvimos a estar juntos», cuenta, emocionada.
«Yo siempre pensé que si esto lo cogÃa Garzón, se solucionarÃa todo, pero se ha metido en una trampa. El franquismo sigue gobernándolo todo», concluye.
En la Oficina de Atención a las VÃctimas de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica han escuchado muchos testimonios parecidos a éste, de familiares que se sienten culpables por el proceso contra Garzón. «Se sienten vÃctimas y culpables. La frustración es enorme», explica Guillermo Fouce, de Psicólogos sin Fronteras y coordinador de la oficina, que hoy cumple un año en funcionamiento.
Un equipo de 20 personas (psicólogos, historiadores, arqueólogos y sociólogos) ha atendido a un centenar de familiares desde entonces. «Vienen muchos abuelos animados por sus nietos y gente muy mayor, buscando su última oportunidad de cumplir con las deudas del pasado», cuenta. «Muchos piden imposibles, pero a todos los atendemos. La oficina estatal de atención a las vÃctimas del franquismo incluso nos ha derivado casos», explica. «Organizamos charlas de grupo para que cada uno cuente su caso. Esto lo hemos copiado de Chile y Argentina, por ejemplo con las Abuelas de Plaza de Mayo. Asà se dan apoyo mutuo», cuenta Fouce.
Los testimonios de esas personas son grabados para el Programa de Donantes de Memoria, que pronto se podrá consultar en Internet. «Me han impresionado algunos testimonios sobre niños robados y el hallazgo de fosas en Madrid. Hasta ahora se pensaba que no habÃa, pero hemos encontrado indicios en Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares, Navalcarnero, Getafe…».
Fouce lleva mucho tiempo atendiendo a familiares, pero aún le sorprenden. «TodavÃa me pone los pelos de punta ver cómo bajan la voz para contar su historia. Y su capacidad de resistencia. Las vÃctimas que no son reconocidas acaban pasando por un proceso que en psicologÃa se llama victimización secundaria y complica mucho la curación. En estos casos, todos son doblemente vÃctimas, porque no han sido escuchadas y ahora, además, tienen otra vez la sensación de que quieren callarlas».
Actos de apoyo al juez
Los familiares de vÃctimas del franquismo han acordado concentrarse cada dÃa, a las ocho de la tarde, frente a la Audiencia Nacional, en apoyo de Garzón. Ayer lo hicieron unas 100 personas. La actriz Pilar Bardem, el actor Juan Diego Botto y la escritora Rosa Regás acudieron al encierro simbólico organizado en la Facultad de Relaciones Laborales de la Universidad Complutense en defensa del juez. Hoy se presentará el balance de la oficina de atención a las vÃctimas de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y habrá un concierto y recital de poemas con Luis GarcÃa Montero y Luis Pastor. El viernes está convocada una concentración frente al llamado Arco del Triunfo, en Moncloa, (Madrid) para exigir la retirada de sÃmbolos franquistas.