«El cuartel de Santocildes albergó una fosa común y no era pequeña»
Las memorias de un anarquista gallego que sufrió prisión en Astorga relatan la existencia del enterramiento, aunque los restos se trasladaron en el año 1941
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A. Domingo | Astorga
 La investigación del a represión franquista en la comarca de La Bañeza ha llevado al jiminiego José Cabañas González, miembro de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), a extender sus pesquisas a la vecina Astorga, donde ayer presentó su libro La Bañeza 1936. La vorágine de Julio . En la actualidad, Cabañas estudia las memorias de un pescador de Moaña, «militante destacado de la CNT, que estuvo preso en Astorga».
Cabañas desveló ayer que el anarquista asegura que en el acuartelamiento Santocildes «hubo una fosa común», según describe en sus memorias, escritas en 1963 y que se publicarán hacia finales de año gracias al proyecto de investigación de las universidades gallegas Nombres y Voces.
«No cabe resquicio de duda». El historiador Dionisio Pereira González, «especialista en el anarquismo gallego», ha facilitado al investigador leonés el manuscrito que analiza ahora Cabañas. «Estaban escritas para su familia», explica el jiminiego, que señala que dÃas antes del 24 de septiembre de 1941 los restos se trasladaron a otro lugar. «Además, la fosa debÃa contener un buen número de cuerpos», cuyos restos, por el momento, no se sabe dónde fueron a parar.
Para Cabañas no cabe duda sobre lo que afirman las memorias. «La fuente es fiable. No cabe resquicio de duda» y cabe la posibilidad de confrontar lo que el marinero-pescador relata con uno de los presos que se encontraban entonces en Astorga. «Ernesto Carratalá, que tendrá más de 90 años, aún vive. Al parecer, reside en Madrid».
Para Cabañas, «la concentración de presos en la ciudad y la presencia de tribunales militares» concuerda con la lÃnea de investigación que abre el marinero. «El número de ejecuciones debió ser mayor que los cuerpos que están en la fosa del cementerio, de tamaño reducido», aseguró. El investigador de los crÃmenes del franquismo asegura que Astorga albergó hasta 5.000 presos y que en el acuartelamiento Santocildes «coincidieron presos republicanos con tres batallones de falangistas, que se habÃan insubordinado, creándose una situación en el lugar que llegó a ser explosiva», sostiene.