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65 Años después, la generación de la «memoria histórica» toma Mauthausen

ABC.es, | 10 mayo 2010

Jóvenes valencianos también depositaron una ofrenda floral en honor de los fallecidos

 

Luis Lidón Mauthausen (Austria), 9 may (EFE).-

La calle del Recuerdo. Esa travesía que conecta con el antiguo campo de concentración nazi de Mauthausen, en el que murieron más de 5.000 republicanos españoles, es el camino que recorrieron hoy miles de personas y, especialmente, muchos jóvenes españoles por primera vez.

«Este año hay mucha gente joven. Esto no tiene que olvidarse nunca. Nosotros no lo olvidamos porque lo hemos vivido, pero es importante que ellos tampoco lo olviden», recalcó José Alcubierre, que celebró hoy su 86 cumpleaños participando en la multitudinaria conmemoración de la liberación de Mauthausen.

Alcubierre, con su inseparable placa en la solapa del abrigo que le identifica como el preso 4.100 de un campo en el que ingresó con 15 años, también advirtió el creciente interés de unos adolescentes españoles que están cada vez más preocupados por conocer el pasado.

«Los jóvenes ahora preguntan más. Antes no se acercaban pero este año me han preguntado muchas cosas», relataba a Efe, incapaz de disimular su satisfacción por poder aportar su dura experiencia como un testimonio de los peligros de la intolerancia.

Y en efecto, muchos estudiantes de secundaria hablaron con los supervivientes para saber cómo salieron de Mauthausen, a cuyas puertas les recibía un cartel de las SS que decía: «Vosotros que entráis aquí, perded toda esperanza».

Mauthausen, que se encuentra a 160 kilómetros al oeste de Viena, era un campo de concentración nazi de la categoría III, lo que significaba que los prisioneros enviados allí no debían salir con vida y su mano de obra debía ser explotada hasta la muerte.

«Los testimonios de los supervivientes han sido crudos y muy impactantes», reconocía Carolina Vicent, una estudiante de secundaria de 17 años del instituto de L’Eliana, en Valencia.

Ella y otros cuatro compañeros llegaron a Austria el jueves para conocer el trasfondo histórico del «campo de los españoles», y recorrer también otros centros satélites en los que hubo republicanos españoles.

Los nazis los llamaban «Rotspanier» («españoles rojos», en alemán), catalogados como apátridas y enemigos políticos.

«Es la prueba más fehaciente del asesinato planificado y la política del fascismo», terció Andreu Ferrer, de 16 años, para agregar: «es muy diferente verlo en vivo que verlo en imágenes».

«Venir aquí era una oportunidad que recordaremos siempre», concluye Laura Sanantonio, también de 16 años.

Estos jóvenes valencianos también depositaron una ofrenda floral en honor de los fallecidos, y, especialmente, para recordar a Juan Coll Valero, un vecino de L’Eliana que fue una de las más de 100.000 personas de decenas de nacionalidades que perdieron su vida allí durante el terror nazi.

Francisco Ortiz, un jiennense de 90 años, es otro de los cuatro supervivientes españoles que acudió hoy a Mauthausen, sin separarse ni un momento de su bandera republicana, la primera que se hizo en el campo de concentración y que escondió de las SS en su barracón.

¿Por qué arriesgar la vida por esconder una bandera? «No es una bandera, son nuestras ideas. Hay que luchar y arriesgarse por lo que se cree», aseguró a Efe sin titubear.

Esa bandera tejida a escondidas, ondeo hace 65 años, cuando los soldados estadounidenses se encontraron al liberar Mauthausen con un cartel hecho con sábanas: «Los antifascistas españoles saludan a las fuerzas libertadoras».

«Es una alegría ver a tanta gente joven, es importante que vengan aquí y que conozcan la verdad», aseguró Ortiz, que también agradeció el interés de los adolescentes por conocer la adversa suerte de los republicanos deportados.

La bandera de Ortiz, junto a muchas más, y otras catalanas, vascas, andaluzas y asturianas flamearon hoy al viento en la comitiva española formada por cientos de persona.

La necesidad de recordar el destino de los miles de españoles que acabaron en los campos de concentración nazis, también lo destacó la vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega.

Afirmó que «sólo el silencio engendra el olvido, y el olvido de quienes tanto dieron es la peor, la más insoportable de las mentiras». EFE ll/jk/sc

http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=376224