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Historia y tragedia de la 109ª BM en el Campo de Zaldívar (Badajoz)

| 18 mayo 2010

Por Fernando Barrero Arzac

 

 

Historia y tragedia de la 109ª Brigada Mixta en el Campo de Zaldívar (Badajoz)

Fernando Barrero Arzac

 

Lucía fuerte sol cuando, a los prisioneros incomunicados en el cortijo de Las Boticarias, los vieron por última vez, abriendo dos zanjas paralelas que sirvieron para acoger sus propios cuerpos una vez que fueron ejecutados por las fuerzas nacionalistas. Un poco antes de mediodía se escuchan las primeras descargas.

Las versiones sobre el número de asesinados ese día varían; una habla de “51 soldados del ejército republicano”, otra como la que se recoge en la Causa General habla de los 70 “paseados” de Casas de Don Pedro (Badajoz), por último, fuentes también cercanas a los sucesos hablan de “Yo qué sé, yo qué sé, eso no se sabe… pero allí en el pueblo se decía que unos ciento y pico, sus ciento y pico…”. El caso es que los soldados derrotados caen entre lamentos y gemidos, unos encima de otros, mientras agonizan, con los brazos atados con alambres, en el hoyo que un rato antes habían cavado. Por lo visto, junto a ellos, son también fusilados dos soldados nacionales que se negaron a disparar sus ametralladoras, seguramente las conocidas Hotchkiss, al oír las palabras de despedida de uno de los cautivos. Es el día 15 de mayo de 1939.

La 109ª BM se creó en Utiel (Valencia), en la primavera de 1937 (21 marzo). El periodo de instrucción de su 2º Batallón (denominado más tarde 434 Bon) se llevó a cabo en Sax (Alicante), de donde emprendió su marcha hasta Villena (Alicante), continuando en unión del 1er Bon (433 Bon) hasta la plaza de Cabeza de Buey (Badajoz) donde llegó el día 28 de abril.

La 81ª BM formada a base de milicianos anarquistas de Valencia de la columna Iberia que se hallaban en el norte de la provincia de Teruel, fue militarizada en marzo de 1937. El 22 de julio de 1938 se desplazó al frente de Extremadura. Tras el cierre de la bolsa de La Serena, quedó definitivamente incorporada a la 41ª División del VII Cuerpo de Ejército.

La 109ª BM había llegado al frente con su media brigada formada por los dos batallones enumerados más arriba, pero ni mucho menos había quedado completa; se debió ir estructurando sobre la marcha, a medida que iban incorporándose nuevos miembros de las cajas de reclutas de los diferentes lugares desde donde provenían. Aunque, es de suponer, que sus otros dos batallones también se encontraban ya en Extremadura. En mayo de 1937 quedó encuadrada en la 37ª División del VII Cuerpo de Ejército cuyo Cuartel General se encontraba en Castuera.

El hilo conductor de esta investigación serán hechos narrados en las memorias inéditas del escribiente de las compañías del 436 Bon, el turolense de Mirambel Francisco Buj Pastor8. Sus descripciones van a llenar de dramática plasticidad los sucesos reales trasladados a estos folios. Era maestro en Allepuz, otro pueblo próximo a su lugar de origen.

A pesar de que a Francisco en julio de 1936 hacía seis meses que le habían licenciado como escribiente de Pontoneros de Zaragoza, en la primavera de 1937 le conminan a presentarse nuevamente en la Caja de Reclutas de Alcañiz; allí por lo visto, algunos miembros de una columna de la CNT-FAI intentan integrarlo en sus milicias junto a otros nuevos soldados, pero escudándose en que “el llamamiento del Gobierno es tajante y a él nos debemos” es incluido en la lista de embarque que en la orden se le había designado, para dirigirse a la unidad que le había correspondido junto con tres combatientes más.

Se trasladan en tren hasta Alcázar de San Juan, y cuando llegan coinciden con bombardeos sobre los depósitos de CAMPSA de la ciudad. Continúan su viaje y por fín llegan a Extremadura y, en la Comandancia de Cabeza de Buey, les dicen que su brigada ya está actuando en el frente. Durante su estancia coinciden con un nuevo bombardeo de aviones Junkers enemigos en el pueblo. Desde el mismo, otra vez en tren, llegan hasta Quintana de la Serena. Se presentan en el ayuntamiento para recibir su alojamiento. Francisco tiene dañado un pie que le imposibilita hasta para poder caminar, es curado, y se repone durante tres días en casa de la familia donde reside. En cuanto estuvo mejor, anduvo solo en dirección a su destino.

A mediados de junio de 1937, cuando “aprieta ya el calor de la mañana por estos lares”9, tiene conocimiento de que una ambulancia parte hacia Higuera de la Serena con heridos, y pregunta a dónde los llevan, y si pertenecen a su brigada; le indican que “son de la 63ª BM. La tuya está más a la derecha de la sierra”, le responden. Oye hablar acerca de morterazos, artillería y tableteo de ametralladoras en la zona donde se tiene que presentar. “Un comisario me indica que las compañías en depósito adonde me dirijo están en un vivac cerca de la carretera, como a dos leguas”10. Le insta a presentarse urgentemente, y Francisco aún no restablecido del todo, cruza trigales, toma atajos… hasta que llega a su destino. Allí se encuentra bajo unas encinas con soldados anarquistas, y a uno que duerme, lo despierta y le pregunta:”-¿Sois de las compañías en Depósito? -Sí, contesta malhumorado”. Resulta ser un primo suyo llamado Esteban Albero, de Villalba (Teruel). Este, además, le dice:

“- Mira, Paco; aquí somos todos de Aragón. Hay quintos de Cuevas Labradas, Tortajada, Caspe, Alcañiz y de muchos pueblos más”.

Había llegado a su puesto en el frente, “nuestras compañías en Depósito, de la 109ª BM”.

 

Texto completo:

http://www.todoslosnombres.org/php/generica.php?enlace=muestrainvestigacion&idinvestigacion=101