La ONU resuelve que el 8 y 9 de mayo sean dÃas de conmemoración de las vÃctimas de la Segunda Guerra Mundial
El Embajador español Yáñez-Barnuevo no hizo referencia alguna, ni mencionó en su discurso, al nazismo ni al fascismo
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En virtud de una resolución aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 03may05, ésta declaró los dÃas 8 y 9 de mayo como ocasión propicia para el recuerdo y para rendir homenaje a todas las vÃctimas de la Segunda Guerra Mundial. El 02mar10, en virtud de la resolución 64/257, y recordando que en 2010 se celebra el 65º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, la Asamblea General invitó de nuevo a la observancia de estas fechas y solicitó la celebración de una sesión extraordinaria y solemne en memoria de las vÃctimas de la guerra, sesión que se observó el 06may10. La propuesta tiene su origen en el Representante Permanente ante las Naciones Unidas de la Federación de Rusia, el Embajador Vitaly Churkin.
Durante ese reunión especial, el Secretario General, Ban Ki-moon, recordó la magnitud de esa guerra: «Su costo superó todo cálculo… fue más allá del entendimiento. Cuarenta millones de civiles muertos, veinte millones de soldados. La mitad de las vÃctimas sólo en la Unión Soviética. Fueron años de atrocidades inimaginables… de pérdida de fe y humanidad»
Vitaly Churkin, pidió el respeto a la verdad histórica y advirtió sobre intentos de distorsión sobre la esencia de lo que fue la Segunda Guerra Mundial. El diplomático, en declaraciones a la prensa, recordó que «De no haberse derrotado el nazifascismo, el futuro de la civilización hubiese sido completamente distinto». Afirmó que es una falsedad histórica la idea de que esa guerra se lanzó contra regÃmenes totalitarios. «No debemos permitir la confusión y el engaño y debemos ofrecerle la verdad a los jóvenes y futuras generaciones. No cumplir con ese deber nos harÃa moralmente corruptos», afirmó el representante ruso.
Éste comenzó su alocución ante la Asamblea General leyendo un mensaje del Presidente Dimitry Medvedev, quien manifestó que «debemos rechazar los intentos cÃnicos y polÃticamente motivados de rescribir la historia, de revisar las conclusiones y decisiones del Tribunal de Nuremberg…»
El Embajador Churkin añadió que es un hecho incontestable el que los sucesos más significativos y cruciales que llevaron a la victoria en la II Guerra Mundial se han desarrollado en el frente germano-soviético, y recordó, entre otras, las batallas de Moscú, Estalingrado y Kursk y las operaciones para liberar Polonia, Checoslovaquia y HungrÃa.
El Representante Permanente de España ante las Naciones Unidas, Embajador Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, intervino en nombre de la Unión Europea.
Si bien este acto solemne estuvo convocado en honor de las vÃctimas de la II Guerra Mundial, el Embajador español no hizo referencia alguna, ni mencionó en su discurso, al nazismo ni al fascismo. Al finalizar su intervención el Sr. Yáñez-Barnuevo afirmó que «Tenemos los recursos, la tecnologÃa y la experiencia necesaria para promover el desarrollo, la seguridad, los derechos humanos y el Estado de Derecho en el mundo… Debemos aunar nuestros esfuerzos para superar esos retos, como lo hicimos hace 65 años, cuando la paz y la libertad derrotaron a la guerra y a la opresión».
Dada la historia de España y su pasado de colaboración con el nazismo y el fascismo, en un acto solemne de tanta importancia histórica como el que estaba celebrándose, el Sr. Yáñez-Barnuevo debiera haber hecho honor a las circunstancias y, al menos, reconocer la responsabilidad del régimen franquista en cuanto régimen alineado con las potencias del Eje.
El discurso del alto representante español es coherente con la polÃtica interna e internacional de España consistente en no reconocer jurÃdicamente a la vÃctimas españolas de la II Guerra Mundial, ni a las vÃctimas del franquismo dentro del propio territorio nacional español. De hecho, el Estado español nunca ha pedido perdón por su participación en la Segunda Guerra Mundial, especialmente en el frente del Este, pero también en el norte de áfrica y en el soporte especÃfico a las SS en el extranjero, siendo además tierra de refugio de criminales de guerra nacionalsocialistas de máxima importancia.
Por su parte, el representante permanente de Alemania ante la ONU, Embajador Peter Wittig, comenzó por señalar que el estallido de la II Guerra Mundial permanecÃa ligado al nombre de su paÃs. «Comparezco hoy ante Uds. para reafirmar que mi paÃs ha aceptado su responsabilidad por los crÃmenes cometidos por la Alemania nazi. Nunca abdicaremos esta responsabilidad», manifestó. «También recordamos hoy aquà a los soldados de las fuerzas aliadas -americanos, soviéticos, británicos y franceses- que sacrificaron sus vidas para liberar Europa de la inhumanidad y la tiranÃa del régimen nazi».
Este programa incluye la reproducción parcial del himno «Die moorsoldaten» (Los soldados del pantano), compuesta por un grupo de prisioneros de los primeros campos de concentración que se establecieron en Alemania (KZ Börgermoor, en donde fueron encerrados unos 5.000 alemanes, en su mayorÃa militantes socialistas y comunistas). La letra se debe a Johann Esser y Wolfgang Langhoff y la música a Rudi Goguel. En el verano de 1933, 16 prisioneros que formaban parte de un colectivo cultural llamado sarcásticamente «Circo Konzentrazani» interpretaron la canción por primera vez. Fueron los prisioneros de Esterwegen quienes popularizaron esta canción que se convirtió en el himno de todos los deportados y un testimonio de la resistencia antifascista. Hemos incluido también un canto a Mauthausen compuesto e interpretado por sobrevivientes españoles del mismo y cuya grabación debemos agradecer a Juan Gallego.