La Asociación de la Memoria Histórica de Mallorca investigará el robo de niños a presas de la antigua cárcel de Can Salas de Palma

 

(Baleares) / 13:40 h

Palma, 14 jul (EFE).- La Asociación de la Memoria Histórica de Mallorca investigará el robo de niños a presas de la antigua cárcel de Can Salas de Palma -hoy, biblioteca municipal- durante la dictadura franquista para entregarlos a familias de la isla, ha anunciado hoy a Efe la presidenta de esta organización, María Antonia Oliver.

Por el momento no existen denuncias sobre este asunto en Mallorca, sobre todo por las dificultades administrativas para investigar este asunto que habría ocurrido durante el régimen franquista (1939-1975).

Sí hay varios testimonios, ha asegurado Oliver, acerca del «miedo» que existía entre las madres de Can Salas para que no les arrebataran a sus bebés, por lo que los escondían durmiendo sobre ellos.

Otro testimonio es el de una mujer, de 13 años entonces, que aún recuerda el «pánico» que vivió en esta prisión junto a su madre ante la posibilidad de que las separaran de por vida.

Can Salas, en la Plaza de la Puerta de Santa Catalina, fue una prisión para mujeres durante y después la guerra y en la que llegaron a cohabitar hasta 200 mujeres. Oliver ha reconocido que se trata de un «asunto complicado» porque hay que recurrir a numerosos archivos para investigar qué pasó con estos menores.

La desaparición de éstos recobra actualidad en España con ocasión de las denuncias que se están presentado, ha explicado hoy en una rueda de prensa el presidente de la Asociación por la Recuperación por la Memoria Histórica, Emilio Silva, que ha participado en Palma en una jornada organizada por el Consell de Mallorca sobre la importancia del «mundo local» en toda su amplitud: social, cultura, económico o humano.

Según ha destacado, la Fiscalía de Algeciras (Cádiz) ha abierto la primera investigación en España tras varias denuncias en la zona de Algeciras y La Línea de la Concepción. Se trata de la primera vez que un órgano judicial actúa de oficio en una causa de este tipo.

Silva ha explicado que entre los sistemas empleados en España hasta 1980 se encuentran arrebatar directamente a bebés y niños a las madres presas o certificar falsamente que habían muerto debido a alguna enfermedad. Seguidamente, los niños eran vendidos.

El procedimiento empleado avanzada la dictadura era que a los pocos días de nacer se decía a los padres -generalmente gente humilde a la que ni siquiera se dejaba ver los cadáveres- que los bebés habían fallecido.

«Quien tenía 200.000 pesetas en los años 60 para comprar un niño eran familias con poder», por lo que el problema es «muy complejo», ha advertido Silva.

Silva se ha referido al testimonio directo de una mujer de un preso político que pasó doce años entre rejas y que dio a luz en una clínica. La madre tuvo mellizos, pero al día siguiente le extendieron el certificado de defunción de ambos por otitis, aunque «nadie moría» en España por esta causa en los años 60.

«Si eres familia de un preso político en la dictadura, te aseguro que estás vacunado ante cualquier intento de denunciar la desaparición de tus hijos», ha lamentado.

La desaparición y venta de niños fue una «mezcla de represión y negocio», ha apostillado el presidente de la Asociación por la Recuperación por la Memoria Histórica.

En este contexto ha comentado que algunos de estos casos aparecieron reflejados en el popular programa «¿Quién sabe dónde?» como «pinceladas de costumbrismo, pero no como delitos gravísimos que es lo que son: es el robo de un hijo».

Silva ha destacado el ejemplo de países como Alemania o Argentina para afrontar estos «crímenes» desde el punto de vista judicial, algo que la clase política española «nunca ha querido hacer». EFE ja

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