«La Ley de la Memoria Histórica no sirve, porque no hay sensibilidad polÃtica»
Julio del Olmo, arqueólogo y Presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Valladolid
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ESTHER FUERTE
Reclama al Gobierno que se implique activamente en la búsqueda de los desaparecidos
El arqueólogo Julio del Olmo preside la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Valladolid, colectivo en el que trabaja desde su creación, en septiembre de 2002. En la actualidad, su trabajo se centra en completar las investigaciones en Valladolid capital a través de la recogida de testimonios y la búsqueda de cuatro fosas que, hasta la fecha, no han sido halladas.
-¿Cuál es el objetivo de la asociación?
-Lo que queremos, sobre todo, es conocer de la forma más objetiva y documentada posible qué es lo que ocurrió en la sublevación del 18 de julio de 1936. Lo que hacemos es acudir a distintas fuentes. Una de ellas son los archivos, porque curiosamente hay muchos que no han sido investigados. Por otro lado, para conocer el alcance de la represión, vamos a cada uno de los pueblos de la provincia y entrevistamos a personas, familiares o conocidos de los que pudieron desaparecer en aquel momento. Además, intentamos buscar las fosas de las vÃctimas a petición de sus familias. Esos son nuestros fines fundamentales, conocer aquel momento histórico y dar luz a los restos de los desaparecidos de hace más de setenta años.
-¿Cómo se desarrolla el proceso de exhumación y reconocimiento?
-Normalmente los familiares de las vÃctimas contactan con nosotros para que las busquemos. Después, solemos hablar con su entorno y buscar en los archivos para tratar de encontrar la ubicación de las fosas. Nunca abrimos una fosa sin que se haya hecho primero toda la investigación de recogida de testimonios y de trabajo de archivos. Eso a veces puede suponer meses. La exhumación puede tardar, además, de dos a diez dÃas en realizarse. El trabajo forense -para el que ahora sobre todo estamos utilizando el laboratorio de la Universidad- se lleva a cabo con un equipo de voluntarios, que lo desempeñan cuando disponen de tiempo. Esta parte suele durar meses ya que, normalmente, los cráneos están rotos por los disparos y hay que recomponerlos hueso a hueso para poder percibir las heridas. Es un trabajo muy minucioso.
-Como arqueólogo, ¿qué diferencias tiene este trabajo frente a otros?
-La diferencia está en que no trabajas con personas desconocidas, sino que tienes sus fotografÃas y que incluso dispones del testimonio de los familiares que te cuentan cosas de ellos. Ya no es solo un trabajo técnico, tiene un complemento emocional muy fuerte, porque estás viendo allà una persona concreta y estás acompañado del hijo o de la hija que te describen como iba vestido y, efectivamente, encuentras restos de su vestimenta. Te cuentan lo que le hicieron y compruebas, por los restos, que de verdad fue asÃ. Es muy diferente a abrir una fosa romana de mil o mil quinientos años de antigüedad.
-¿Cree que la memoria histórica es uno de los pilares en los que se está construyendo la sociedad de hoy?
-Para nada. La sociedad de hoy está montada en el postfranquismo; es decir, que tanto las fuerzas polÃticas como económicas e ideológicas de este paÃs están muy mediatizadas todavÃa por el franquismo y el postfranquismo. Aunque no sirve para nada. Los propios descendientes de las vÃctimas y la sociedad común son sensibles a estas situaciones, pero lo que son las esferas de poder muy poco.
-Pero hay una Ley de la Memoria Histórica.
-La Ley de la Memoria Histórica se ha hecho para callar un poco las voces, porque queda muy bonito decir que hay una normativa, pero realmente, a la hora de la verdad, no sirve para nada. La realidad es que no hay una sensibilidad por parte de la clase polÃtica como la que estamos viendo en Argentina o Chile. Lo primero que no tiene ningún sentido es que las búsquedas de desaparecidos las tengamos que hacer los particulares, eso es incongruente. Las leyes internacionales dicen que es obligación del propio estado. Nos da lo mismo un gobierno que otro. Es verdad que el Gobierno actual nos ayuda con cosas como la apertura de archivos, pero está evitando las que son sus obligaciones como Estado y no se compromete para nada. Solo se implica porque ‘suelta’ unas pesetas a lo largo del año para que podamos investigar, que nos vienen muy bien. Yo creo que se ha hecho una ley vacÃa de contenido.