La investigación de fosas comunes reabre en Marruecos viejas heridas
La subvención que el Gobierno español va a conceder para identificar las fosas de marroquÃes ha hecho resurgir en Marruecos las reivindicaciones
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Mohamed Siali Rabat, 28 ago (EFE).- La subvención que el Gobierno español va a conceder a un centro marroquà para identificar las fosas de marroquÃes que participaron en la Guerra Civil ha hecho resurgir en Marruecos las reivindicaciones sobre los derechos de esos combatientes y sus familiares.
El presidente del Centro para la Memoria Común y el Porvenir (CMCP), Abdeslam Buteyeb, ha acudido ya al Consejo Consultivo de Derechos Humanos para explicar la financiación, en un encuentro que vislumbra como el primero de una serie de reuniones que pretenden mantener con instituciones oficiales para «abordar las siguientes medidas que se deben tomar».
Según Buteyeb, a principios de mes se les prometieron 56.700 euros para supervisar la localización en España mediante georadares y fotografÃas infrarrojas las fosas de marroquÃes que participaron en la contienda como integrantes de la «Guardia mora» del general Francisco Franco.
En un debate organizado esta semana en Rabat para explicar los detalles de esa cuantÃa que recibirán «en las próximas dos semanas», indicó que irá dirigida especialmente «a financiar la búsqueda y la ubicación de tumbas individuales y colectivas, y la corrección de los datos disponibles».
Para Buteyeb, la decisión del Ejecutivo español se produce en respuesta a un coloquio organizado por el CMCP en Tetuán en 2008 sobre la participación de los marroquÃes en el conflicto, en el que se abogó por «aplicar la justicia transicional para desvelar la verdad y aclarar las responsabilidades».
«La subvención es un primer paso, pero se necesitan muchos más para llegar a la reparación total de las vÃctimas», indicó el presidente del CMCP, según el cual, «la pelota está ahora en el campo del Estado marroquÃ, que debe trabajar de manera paralela al Centro para contactar con las familias e identificar a los que murieron».
«La importancia de esta iniciativa -aseguró- no consiste en su valor material, sino más bien en su valor polÃtico, porque se trata de un reconocimiento por parte del Estado español de la existencia de vÃctimas marroquÃes».
No puede precisar el número de fallecidos, pero según datos de su organización, integrada por miembros de distintos grupos de derechos humanos, más de 36.000 marroquÃes desaparecieron durante la Guerra Civil y los primeros años del franquismo.
«La divulgación de la verdad contribuirá a la mejora de las relaciones bilaterales entre los dos paÃses, que todavÃa se ven ensombrecidas por este asunto», sostuvo el presidente.
Ya el pasado enero, el ministro marroquà de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Taib Fasi Fihri, aseguró que las autoridades marroquÃes competentes estaban tratando de instar a España «para que repare los daños psicológicos y fÃsicos y garantice la dignidad humana de los marroquÃes que participaron en dicha guerra».
En una intervención ante el Parlamento marroquÃ, Fasi Fihri indicó que el Gobierno consideraba que habÃa llegado el momento de «darles a todos sus derechos y garantizar los de esos veteranos y sus familias, especialmente en lo que respecta a la mejora de sus condiciones materiales.»
Buteyeb manifestó a Efe que, de momento, el debate está centrado en la formación de un comité cientÃfico marroquà y otro español para supervisar las operaciones de investigación de las fosas, que empezarán «a principios de octubre».
La empresa privada española Condor Georadar será, según anunció, la encargada de tomar las fotografÃas aéreas infrarrojas de las zonas donde pudieran estar las fosas, asà como de identificar su localización exacta.
Para el presidente de la Hermandad de Viudas e Hijos de Regulares MarroquÃes, Belbuah Abdeslam, «el próximo paso debe ser la reclamación de indemnizaciones para los familiares de las vÃctimas que viven en una situación miserable.»
A juicio del miembro del Comité CientÃfico del CMCP Mohamed Neshnashi, el objetivo final es «la superación del pasado para no dejar en herencia a las futuras generaciones la complejidad de un conflicto que hemos heredado nosotros». EFE ms/mgr/msr