Torrevieja sufrió tal día como hoy, en 1938, un bombardeo por parte de «Savoia» italianos que se adentró en la población y cayó sobre niños y adultos

 

ELISA G. BROTONS

Diecinueve víctimas. Torrevieja sufrió tal día como hoy, en 1938, un bombardeo por parte de «Savoia» italianos que no se quedó en destruir un puerto enemigo, sino que se adentró en la población y cayó sobre niños y adultos en casas, en el paseo o en la cola del pescado. Cinco aviones aparecieron en el cielo, volando bajo, a las 8.30 horas.

 

Hoy se cumplen 72 años del ataque aéreo que dejó en Torrevieja 19 muertos, civiles alcanzados en sus casas, en la cola del pescado o en el puerto por bombas lanzadas por «Savoia» italianos S-79 y S-81, bombarderos que «se centraban en desmantelar puertos enemigos, pero también en destrozar la moral y acabar con la vida de su población civil». Lo cuenta un trabajo de investigación de Carolina Martínez López (historiadora torrevejense). La publicación, escrita en 2007, da cuenta de los únicos testimonios que se conservan, entre los que hay bailes de víctimas y bombas, pero que coinciden en que el 25 de agosto fue un día negro en Torrevieja.

«El municipio sufrió siete ataques aéreos por parte de la Aviación Legionaria italiana, desde el 26 de agosto de 1937 al 5 de marzo de 1939», pero el de un día como hoy fue distinto. Dejó muertos. Los demás se centraban en inutilizar puertos republicanos, y es que el de Torrevieja, según la autora, «era un punto estratégico y de gran importancia, no tanto por sus instalaciones militares, que no tenían gran relevancia, sino por servir de refugio ante los ataques habituales que sufrían en el litoral mediterráneo motoveleros, vapores y buques con material de guerra y otras cargas».

Testimonio

Cómo se vivió desde el pueblo el bombardeo se sabe por el testimonio del vecino Antonio Mulero Espinosa, quien contó que se produjo entre las 8.30 y las 9 horas, cuando aparecieron en el cielo cinco aviones «a los que la gente miraba diciendo «son de los nuestros»».

Pero no lo eran. Volaban a baja altura y arrojaron su carga sobre la bahía, la actual plaza Miguel Hernández, la rambla Juan Mateo, la calle Apolo o el final de Ramón Gallud. «Las explosiones levantaron una gran columna de humo negro y polvo que casi llegó a ocultar el sol». Fue cuestión de segundos, pero segó la vida de 19 vecinos.

Aunque el testimonio del ayudante de Marina entró en contradicción con el de Mulero, la historiadora confía en el vecino porque dio detalles y se documentó en el Registro Civil de Defunciones. Además, coincide más con la versión del Interventor Municipal Victoriano Mínguez, quien marcó en un plano los impactos de las bombas. Cayeron entre 25 y 30, explotaron de 21 a 22. El grueso del bombardeo fue en la rada del puerto, pero llegó hasta las calles Conde Vía-Manuel, Zoa o Caballero de Rodas.

Víctimas

El listado de víctimas contenía estos datos: «Capitán Miguel García Cuello (32 años), capitán Francisco Hernández Hernández (28), soldado Francisco Desamparado Moreno (22), Antonio Moreno Guardiola (32), Joaquina Antolinos Zapata (32), María Antonia Moreno Antolinos (10), Rafael Clemares Sala (35. Interventor interino del Ayuntamiento), Ángeles Cerezuela Guardiola (33), Ángeles Andréu Cerezuela (10), Manuel Andréu Cerezuela (11 meses), Anastasio Blanco Ballester (12), Cayetano Sánchez Sanz (9), Francisco Desamparado Sánchez (2 meses), María Quer Piorno (13), Mercedes Martínez Blesa (15), Josefa Alar Linares (61), Concepción Aracil Rives (22), Francisca Vidal Baños (22), Rosario Alonso Mendiluces (edad desconocida)».

Por otro lado, diversos barcos construidos en Torrevieja fueron hundidos en otros puntos del litoral a partir de 1937, por ser «embarcaciones militarizadas de la República». El «Pascual Flores» (ahora reconstruido) fue alcanzado por la aviación en Castellón y reflotado sólo después de la guerra. Como él, cayeron el «Joven Pura» en Cartagena o el «Paulita» en Valencia.

http://www.diarioinformacion.com/vega-baja/2010/08/25/bombardeo-vive-memoria/1038232.html