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Muñoz Molina o el devenir del típico académico converso

Emilio Silva. Quitándole el fuego a los dioses, | 24 septiembre 2010

Un ejército de pontificadores de la historia sin buenos y malos se ha despertado para defender la imagen embellecida de la transición a la democracia

 

Última intervención del escritor y académico de la lengua española, Antonio Muñoz Molina, en el Hay Festival de Segovia. Hace varias semanas que lanza su discurso en la misma dirección y me doy cuenta de que los exaltadores del mito de la transición, los que ocultan que la transición a la democracia en España se hizo durante la Segunda República, tienen en él a un sumo pontífice.

Le oigo, le leo, le escucho decir que ya está bien de hablar de la guerra civil, que es demasiado, un exceso, casi una perversión. Y si me fijo, si atiendo, si escudriño cómo habla de los desmanes de quienes buscan en el pasado la reparación del presente,  y observo atentamente, veo que lleva bajo el brazo su última novela. Y entonces conecto, deduzco, reflexiono y no entiendo tanta incoherencia salvo que se trate de una labor política, idílica, académica. ¿Cómo puede afirmar que se habla demasiado de la guerra civil y acabar de publicar una novela sobre la guerra civil?

Un ejército de repartidores de demonios, de pontificadores de la historia sin buenos y malos se ha despertado para defender la imagen embellecida de la transición a la democracia. Lo hacen porque con esa transición el viento les ha soplado de cola. Lo hacen porque son agradecidos y desde posiciones más o menos progresistas hablan de los dos bandos, de los dos daños, de los dos demonios.

Lo más significativo de la intervención de Muñoz Molina es su frase de despedida, de advertencia con reminiscencia de amenaza: “Cuidado con juzgar a personas que han vivido en circunstancias mucho más difíciles que las nuestras”. ¿Cuidado de qué? Con ese planteamiento no podríamos juzgar a Hitler ni a la mayoría de quienes han cometido delitos contra la humanidad. ¿Quizá eso quiere decir que en circunstancias difíciles los golpes de Estado, las dictaduras y las violaciones de derechos humanos no son juzgables o están justificadas?

http://www.emiliosilva.org/?p=1187