Estas líneas son para que sigamos su senda, su memoria, que no la traicionemos más veces

 

“Los que nos hemos compenetrado, los que nos consideramos inseparables, los que necesitamos vivir juntos para ser felices. Todos, jóvenes, casados, solteros o viudos. Todos amigos buenos, desprendidos, cariñosos, entregados sin reservas a la JSU y a la revolución”.

EUGENIO MESÓN.

 

Así es la generación que me parió, una generación de mujeres y hombres que no dudaron en dejar todo (quizás lo poco que tenían) para luchar en defensa de la libertad, de la justicia, del hombre nuevo, de la esperanza de un pueblo pisoteado por tantos hijos de puta que han campado por este país acumulando riquezas, en nombre de dios, de la patria (su patria) y del rey. Me llega la noticia de la muerte de la última CAMARADA que se unieron en las llamadas TRECE ROSAS. MARI CARMEN CUESTA ha fallecido en Valencia a la edad de 87 años. Es curioso, contemporánea de mi padre que falleció hace un año con una edad similar, el pasado viernes estuve viendo a MIGUEL HERNÁNDEZ, a través de la luminosidad de JOAN MANUEL SERRAT. Me duele, a pesar de que la edad no perdona, me niego a que esta gente fallezca, me niego y estas líneas son para que sigamos su senda, su memoria, que no la traicionemos más veces.

Desde Talavera del Tajo, en Toledo, que mucho tiene que ver en el asesinato de nuestra TRECE ROSAS, de las militantes COMUNISTAS de la JSU. Que no nos roben su MEMORIA, que no la MANIPULEN.

Hasta siempre CAMARADA.