Las familias de dos represaliados en Cornazo llevan más de un año sin la confirmación de identidad de los esqueletos exhumados

 

La familia de Manuel Álvarez Silva, fusilado en la Guerra Civil y supuestamente enterrado en el cementerio de Cornazo (Vilagarcía de Arousa), sigue sin conocer el resultado de la autopsia que se iba a practicar en algo más de un mes por los forenses de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. Catorce meses después de la exhumación todavía se desconoce que ha pasado con el esqueleto que se encontró en el camposanto y los responsables del colectivo encuentran cualquier excusa para aplazar explicaciones sobre la tardanza.

A.TOURIÑO – VILAGARCÍA Han pasado catorce meses desde que el 18 de septiembre de 2009 se exhumó un esqueleto en el cementerio de Cornazo, que supuestamente pertenece a Manuel Álvarez Silva, un vigués fusilado en el monte de Lobeira el 12 de noviembre de 1938, en plena Guerra Civil, como consecuencia de sus ideales comunistas.

Sus hijos Manuel, Elvira y Carmen Álvarez Taibo estaban convencidos de que en breve se confirmaría la identidad pues la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica se comprometió a gestionar la autopsia en unos laboratorios de Ponferrada (León) en un plazo no superior a tres meses.

El trabajo no se consideraba urgente pues los vecinos y el cura recordaban aquel enterramiento e incluso situaron el punto exacto del cementerio donde se excavó la fosa, pese a que no tenía lápida.

Es decir, los expertos de la asociación acertaron con el sitio a la primera y en menos de un día dieron con el esqueleto del vigués represaliado, aunque las tareas se prolongaron tres.

La osamenta se encontraba en muy buenas condiciones de conservación e incluso se hallaron unos botones de nácar que corresponden a la camisa con la que fue enterrado y la suela de goma de los zapatos que calzaba el día de su ejecución.

La familia se mostraba convencida de que esa pesada losa que era no saber donde se encontraba enterrado Manuel Álvarez iba a darse por terminada. Incluso llegaron a programar el entierro de los restos en la fosa en la que reposa su viuda, pero también tendrán que esperar sine die.

La familia asegura que no sabe nada de qué ha pasado con el esqueleto exhumado en Cornazo y que últimamente no han vuelto a tener noticias de la Asociación de la Memoria Histórica.

El vicepresidente del colectivo, Santiago Macías ha sido requerido por este periódico en no menos de diez ocasiones este año desde que se rescató el cuerpo de Manuel Álvarez pero las respuestas siempre han sido esquivas.

Por ello, la incertidumbre empieza a preocupar a la familia que sigue esperando una respuesta que certifique científicamente si esos restos corresponden a Manuel Álvarez, como se supone.

Cabe recordar que los hijos del hombre fusilado en Lobeira son ya de edad avanzada por lo que cualquier noticia al respecto iban a ser muy bienvenida.

Pero el tiempo corre sin que la asociación dé explicaciones sobre qué ha pasado con ese cuerpo que fue trasladado en «simples cajas de cartón» hasta el laboratorio ponferradino.

Luego hubo otras exhumaciones, tanto en Cerdedo como en Barro. En estas ocasiones todos los trámites han sido mucho más rápidos. Las familias incluso han podido celebrar las correspondientes ceremonias de recibimiento de los cuerpos y enterramiento en los lugares elegidos por ellos.

La del vigués Manuel Álvarez Silva tendrá que seguir esperando a que alguien apueste por acelerar las pruebas que correspondan, a verificar si el ADN de esos huesos se asemejan a los de los tres hermanos que en su día no pudieron contener las lágrimas al aparecer los restos de su padre difunto.

Había sido un momento muy emotivo, en el que la alegría y la tristeza se simultanearon por la satisfacción de encontrar el esqueleto pero con la pena de que ni siquiera contó con un ataúd en el que descansar.

http://www.farodevigo.es/portada-arousa/2010/11/14/autopsia-llega/490880.html