Una cortina sobre el Valle de los CaÃdos
Patrimonio Nacional decidió cerrar el acceso al recinto y la puerta principal con el pretexto de que algunos desperfectos requerÃan urgente restauración
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LUIS IZQUIERDO |
A comienzos de año Patrimonio Nacional decidió cerrar el acceso al recinto y la puerta principal con el pretexto de que algunos desperfectos requerÃan urgente restauración ya que ponÃan en riesgo a los visitantes
Una extraña cortina se cierne sobre el Valle de los CaÃdos. Una cortina que lo tiene cerrado al público desde principios de año y que ha provocado que los monjes benedictinos que lo custodian hayan demandado al Gobierno nada menos que por faltar al principio de libertad religiosa.
La contienda que acumula ya diez meses sin resolverse en vÃsperas de la visita del Papa a España tiene una extraña explicación. Los problemas arrancan cuando, a comienzos de año, Patrimonio Nacional decidió cerrar el acceso al recinto y la puerta principal de la basÃlica con el pretexto de que algunos desperfectos tanto en la Piedad de la fachada de la iglesia como en el interior requerÃan urgente restauración y, al tiempo, ponÃan en riesgo a los visitantes. No es que se haya clausurado el templo, pues los monjes celebran allà misa e incluso se permite asistir a quien está dispuesto a acceder por el pasadizo de la abadÃa.
La decisión incomodó desde un principio a los monjes, quienes, no obstante, decidieron esperar acontecimientos. Sin embargo, pasados varios meses sin novedades, los benedictinos reclamaron la intervención de personas del mundo de la polÃtica.
Diputados del PP y del PSOE sirvieron de enlace con el Ejecutivo. Reuniones en la Moncloa bastaron para cerrar ciertos compromisos, pero a las palabras no les sucedieron los hechos. Por eso, a mediados de agosto, los monjes presentaron dos demandas ante una de las secciones de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Argumentan las demandas contra el Gobierno que, con la decisión, se incumple el principio de libertad religiosa, pues de facto se prohÃbe el acceso de los fieles al templo. Exponen los litigantes, además, que también se falta a la ley de Memoria Histórica, donde se establece que el Valle de los CaÃdos, aunque propiedad del Estado, será considerado a todos los efectos un lugar de culto. Asà lo corrobora el diputado del PP Jorge Fernández DÃaz, ponente de la ley, quien explica que el estatus del Valle forma parte de los acuerdos cerrados con el Gobierno en el 2007.
Pero sobre la cortina cuelgan otros compromisos de esa ley. Como que se identifiquen los restos humanos enterrados allà para encontrar a los familiares de quienes lo soliciten – hasta el momento sólo hay un decena de peticiones-.Hace poco se supo que el Gobierno ha encargado una investigación. Los forenses han abierto algunas lápidas y han narrado que allà se amontonan miles de huesos en un lamentable estado, lo que hace casi imposible poner nombre a las más de 30.000 vÃctimas enterradas sin identificar.
Fuentes socialistas admiten la extraña parálisis de las reparaciones en el recinto, pero apuntan que subyace tan sólo un conflicto técnico sobre si la Piedad puede ser reparada in situ o no.