El PP logra reponer la cruz franquista

El grupo municipal del PP ha impuesto en Beneixama la reposición de la cruz erigida por el bando franquista en la Glorieta

La alcaldesa socialista la retiró el mes pasado pero la oposición ha conseguido que se vuelva a instalar gracias a la mayoría que le ha dado ahora un edil expulsado  del PSOE. La Subdelegación del Gobierno estudia emprender acciones legales al tratarse de una medida que podría vulnerar la Ley de la Memoria Histórica

La alcaldesa socialista la retiró el mes pasado pero la oposición ha conseguido que se vuelva a instalar gracias a la mayoría que le ha dado ahora un edil expulsado  del PSOE. La Subdelegación del Gobierno estudia emprender acciones legales al tratarse de una medida que podría vulnerar la Ley de la Memoria Histórica.

PÉREZ GIL

La polémica política y social en torno a la cruz no cesa en Beneixama. Los cuatro concejales del grupo popular han logrado sacar adelante gracias al voto del exsocialista Juan Payá, actual miembro del grupo no adscrito, su propuesta para reponer la cruz franquista que se retiró el pasado mes de la plaza de la Glorieta. La supresión la ordenó en diciembre de 2010, a través de un decreto, la alcaldesa socialista Amparo Barceló, que se haya al frente del equipo de gobierno de PSOE y Junts per Beneixama ahora en minoría con cuatro concejales. De este modo quiso dar efectivo cumplimiento a la Ley de la Memoria Histórica aprovechando la reforma de la emblemática plaza situada junto a la ermita de la patrona, la Divina Aurora.

La decisión de restituir ahora la polémica cruz, que fue alzada en los años 50 como símbolo de la victoria del bando franquista en la Guerra Civil, se adoptó al mediodía de ayer en un tenso pleno extraordinario. Pese a las advertencias de la secretaria municipal, que dio lectura a un minucioso informe jurídico sobre las consecuencias legales que puede acarrear dicha medida, los cuatro concejales del PP -la portavoz Mari Ángeles Rivas y los ediles Begoña Josefa Aldaz, José Manuel Pérez e Isabel Tortosa- así como el exsocialista Juan Payá votaron a favor de la propuesta presentada por el grupo popular para conseguir «la reposición de la cruz ilegítimamente destruida en la Glorieta».

Previamente la secretaria Paloma Sanz les advirtió de que «dicha actuación puede suponer un delito de prevaricación tipificado en el artículo 404 del Código Penal por parte de los concejales del Ayuntamiento de Beneixama que la secunden». Y ello por cuanto podrían incurrir de lleno, «tanto doctrinal como jurisprudencialmente», en una supuesta vulneración de la Ley de la Memoria Histórica. «A la autoridad o funcionario público que, a sabiendas de su injusticia, dictare una resolución arbitraria en un asunto administrativo se les castigará con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de siete a diez años», establece el artículo que describe y castiga el delito de prevaricación.

La cruz fue retirada el pasado 2 de febrero y todavía conservaba, aunque tapada bajo el cemento, la inscripción: «¡Caídos por Dios y por España! ¡Presentes!». Un lema que atenta contra la Ley de la Memoria Histórica y al que se sumaba el hecho de que todos los 18 de julio -día del alzamiento nacional- y los 20 de noviembre -día del fallecimiento del dictador Franco- aparecía depositada de forma anónima en la cruz de la Glorieta una corona de laurel. Tan pronto como la Subdelegación del Gobierno tuvo ayer conocimiento del controvertido acuerdo, se requirió a la Alcaldía para que le remitiese de forma inmediata una certificación de lo aprobado donde constara el nombre de todos los concejales y el sentido de sus votos. El asunto será ahora estudiado por la Abogacía del Estado y podría acabar en una querella contra los cinco ediles.

http://www.diarioinformacion.com/elda/2011/03/29/pp-logra-reponer-cruz-franquista/1109962.html