Localizados los restos de las 17 rosas’ andaluzas en la fosa de Gerena
Los familiares pedirán ahora subvenciones para realizar la exhumación y las pruebas de ADN
OLIVIA CARBALLAR SEVILLA
«Ya nadie nos puede decir que aquà no pasó nada, ya sabemos donde están». LucÃa Socam, que se desgarra allá donde va cantando sus Verdades Escondidas, no cabe en sÃ. Acaba de recibir la noticia de que los restos hallados en la fosa del cementerio de Gerena (Sevilla) son casi con toda probabilidad los de las 17 mujeres de Guillena: las 17 rosas andaluzas que los falangistas fusilaron durante la guerra civil tras ser paseadas por el pueblo con las cabezas rapadas y obligadas a ir a misa, su modus operandi.
«El antropólogo forense de la Junta de AndalucÃa nos ha adelantado que el informe es positivo», aseguró ayer a Público, rebosante de alegrÃa, LucÃa, sobrina de una de las vÃctimas. Era lo único que necesitaban para ratificar lo que los familiares sabÃan desde siempre: que las habÃan matado y las habÃan tirado como animales en el cementerio, únicamente porque sus maridos, hermanos, tÃos… estaban vinculados a partidos y sindicatos de izquierda.
Tras un año de búsqueda, en la fosa, a poco más de un metro de la superficie, han sido halladas hasta el momento los restos de ocho mujeres amontonadas, alguna pierna doblada, lo que demuestra que los cuerpos no fueron enterrados con dignidad sino arrojados al agujero sin cuidado alguno. Además, según los familiares, han sido localizados restos textiles como corchetes, algún botón o pedazos de suelas de goma, y unos 40 casquillos de bala. En los cuerpos, sin embargo, no se aprecian los impactos. «El antropólogo forense nos ha dicho que se debe a que los proyectiles tenÃan tanta potencia y disparaban desde tan cerca que las atravesaban», continúa Socam.
Sin escollo técnico
Ahora la Asociación 19 Mujeres de Guillena dos consiguieron salvar la vida, según los testimonios orales tiene previsto pedir subvenciones tanto al Gobierno central como a la Junta de AndalucÃa para realizar la exhumación y las pruebas de ADN, para lo que han dado su autorización los familiares de todas las vÃctimas.
Ya no existe tampoco la principal dificultad que se encontraron al principio, cuando creÃan que la fosa se situaba debajo de unos nichos. Según explican, tras el hallazgo de los cuerpos, han comprobado que esta se queda justo en el borde de los bloques de enterramientos. «Puede que la fosa se adentre en los nichos unos 30 o 40 centÃmetros», asegura LucÃa Socam. Otra excelente noticia porque ya no será necesario trasladar esos nichos para la exhumación, con el escollo técnico que eso suponÃa.
Y aunque el camino no ha sido fácil, son conscientes de que ya han logrado lo más difÃcil: «Sabemos que son nuestras mujeres, cuando nadie apostaba por encontrarlas». Queda ya, por tanto, una verdad escondida menos.