En «Si a los tres años no he vuelto» Ana Cañil aborda el robo de niños a presas republicanas

María Topete, la carcelera franquista de más negra leyenda, es uno de los ejes de «Si a los tres años no he vuelto» (Espasa), el salto a la novela de Ana Cañil en el que aborda el robo de niños a presas republicanas.

ALFONS GARCIA ¿Tiene el don de la profecía mediática? Publicar una novela sobre el robo de niños en el franquismo cuando estalla el asunto en la prensa…

Pura casualidad, pero creo que son dos casos diferentes. Lo que está saliendo ahora con la venta de niños en los años 60 y 70 son mafias, mientras que los casos de las cárceles de la posguerra y los niños desaparecidos están más vinculados a la memoria histórica. Cualquier caso es repugnante, pero son distintos.

¿Se está confundiendo el robo ideológico con las adopciones irregulares?

Creo que sí que se está mezclando. La María Topete de mi novela es una fundamentalista conservadora, que al apartar a los niños de los padres estaba convencida de que hacía algo por ellos: los salvaba de las influencias de los padres rojos.

En todo caso, parece que sabemos poco del pasado reciente. ¿Por miedo o porque hemos preferido girar la cabeza?

No comparto que mi generación, la de la Transición, haya girado la cabeza. Teníamos tanto que mirar hacia adelante que más que un pacto oculto para no mirar atrás lo que había era una necesidad de sacar el futuro adelante. La prueba es que yo he utilizado un libro escrito en 1978 por una presa republicana. Contaba ya mucho, pero el presente nos ganaba la batalla.

En algunas tertulias dirán que otra novela de memoria histórica y guerra civil…

Me parece un intento baldío por despreciar. Jimena y la Topete son dos mujeres que hoy serían demócratas, no sé si en el mismo partido, y satisfechas de cómo lucharon por este país. Me preocupa que los chavales y la gente joven sabe mucho más del nazismo que de la guerra civil española y la posguerra. Me parece tremendo.

¿Por eso sus dos libros se sitúan en la posguerra?

Podría teorizar, pero es casualidad. En La mujer del maquis topé con Leles y aquel libro me llevó hasta la Topete, la mujer que más tiempo dirigió una cárcel franquista. Algún descendiente de republicano me ha dicho que la justifico, pero no es así. Sí que he hecho un esfuerzo tremendo por entenderla.

Sabemos poco también de Vallejo-Nágera y fue algo más que un médico, ¿no?

Se sabe poco en el mundo literario, pero está muy investigado por los psiquiatras. Volvió de Alemania enamorado de las teorías de la raza e intentó demostrar que los comunistas eran seres inferiores por un defecto genético mental.

Espero que no escriba libros porque el periodismo esté tan negro

Pues no hubiera podido rematar el libro en tres años si no es porque hubo que cerrar soitu.es. He pasado a la fase de columnista-tertuliana, aunque me gustaría hacer más información. Creo que el papel no morirá, pero será glamouroso. También la seda natural iba a ser un desastre cuando salió el tergal. Mis nietos irán con un periódico (más pequeño) que defina y dé clase.

http://www.levante-emv.com/cultura/2011/04/03/gente-joven-nazismo-guerra-civil/795504.html