Familias de represaliados quieren pagar el cementerio de Valdenoceda
Aún quedan por rescatar entre 20 y 30 cuerpos del viejo penal de la localidad
La agrupación de familiares y amigos de los presos republicanos del penal de Valdenoceda, que permaneció abierto desde 1938 a 1943, están dispuestos a pagar la urbanización del cementerio para sacar los restos de entre 20 y 30 cuerpos de presos que se encuentran bajo nuevas tumbas.
El portavoz de la agrupación, José MarÃa González, explicó que pretenden obtener la autorización de los familiares de quienes fueron enterrados posteriormente para poder mover sus tumbas a una parte del cementerio que está libre y exhumar los restos de entre 20 y 30 personas que murieron cuando cumplÃan condena en un penal de «extraordinaria dureza».
La agrupación, que forman unos 60 familiares, dispone de unos 50.000 euros para la urbanización del cementerio.
González aseguró que la agrupación ha recabado datos que establecen que en el penal murieron 154 presos, la mayorÃa por hambre o enfermedades debidas a las malas condiciones en que permanecÃan, incluso con crecidas de agua que anegaban buena parte de las celdas.
El portavoz de la agrupación apuntaba que en 2007 se realizó una gran excavación que permitió recuperar 114 cuerpos, a los que se podrÃan sumar los 20 ó 30 que se encuentran aún en el cementerio bajo las nuevas sepulturas, mientras el resto, los primeros que murieron en el penal creen que serán «irrecuperables».
Hasta el momento, sólo han logrado identificar genéticamente a 21 de los fallecidos, aunque hay otros 17 cuya identidad tienen casi segura por sus caracterÃsticas fÃsicas y otros detalles que encontraron en la exhumación.
José MarÃa González asegura que se sigue impresionando cuando recuerda como en el momento de la exhumación preguntó a un antropólogo si se podÃa saber de qué habÃan muerto. En los diez cuerpos que repasó el antropólogo junto al portavoz de la agrupación de familiares la causa principal de la muerte seguÃa siendo el hambre.
González recordó que los presos de Valdenoceda eran de muy distintas procedencias geográficas, aunque el 60% procedÃa de Castilla-La Mancha. Sin embargo, insistiói en la dificultad para encontrar a sus familiares, porque muchos ya no viven en el mismo lugar; algo que también complica la localización de los familiares.
