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Borja de Riquer: «Los grandes historiadores vivos no están en la Academia»

El Periódico, | 2 junio 2011

Al historiador no le extraña el sesgo conservador del ‘Diccionario Biográfico Español’

 

Jueves, 2 de junio del 2011  ERNEST ALÓS BARCELONA

-Al lado de entradas filofranquistas, el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia (RAH) contiene elogios de Companys. No parece que haya un criterio claro, ¿no?

-Tampoco me extraña, porque en una obra con miles de autores y entradas es lógico que haya habido un reparto y que en algunas temáticas se haya buscado especialistas con criterios científicos. Y pueden ser muchos. Lo que sorprende es que en entradas de notable significado político haya un sesgo tan descarado.

-¿Como historiador del franquismo, qué opina del texto de Luis Suárez sobre Franco?

-Si encargan esta entrada a un patrono de la Fundación Francisco Franco, que tiene como objetivo glorificar la obra y la vida del Caudillo, ya está todo dicho sobre qué tipo de objetividad tendrá. Se puede esperar que será una apología. Gracias a su posición en la fundación es la única persona que ha tenido acceso y ha hecho de editor de los documentos de Franco, que son interesantes, a diferencia de los comentarios de Suárez. Por cierto, la documentación de un jefe de Estado o de Gobierno debería de estar en un archivo público, y lo mismo opino de los archivos de Tarradellas o Negrín.

-¿Y sobre el contenido concreto de la entrada en el diccionario?

-Me parece muy floja. Aparte de algunos errores hay tres o cuatro cuestiones básicas que se obvian o distorsionan: la represión, durante la guerra civil y después, la actitud de Franco hacia los vencidos y los discrepantes de su autoritarismo dictatorial, sus relaciones con Mussolini, ¡cuando se ha publicado la correspondencia!, la cuestión de la entrada de España en la guerra mundial, cuando está demostrado documentalmente que eran los alemanes quienes no la querían… Se ve muy claramente lo que se quiere decir y lo que se quiere esconder.

-¿Quizá lo que sucede es que la transición no ha pasado por la Real Academia de la Historia?

-Es público y notorio. La Academia, por ejemplo, vetó a gente como Javier Tusell, por considerarlo demasiado de izquierdas. O porque su obra no era suficientemente científica, cuando daba vueltas a la inmensa mayoría de los académicos. La RAH funciona por criterios corporativos, por cooptación. Eligen a los suyos, tienden a reproducirse, a elegir a gente identificada ideológicamente. Los grandes historiadores españoles vivos no están. Es la gerontocracia ultraconservadora.

-Hay otras academias, como la RAE, que sí han experimentado una modernización.

-Las academias son instituciones obsoletas. Son una cosa del siglo XVIII, y no han encontrado su lugar en el siglo XXI. Nacieron cuando no había instituciones científicas y la universidad no existía o era parasitaria. Desde que la investigación se hace en la universidad y en otros institutos, dejan de tener sentido. O se resitúan o son un resto del pasado. Lo digo por el mismo Institut d’Estudis Catalans. Las academias de la lengua sí tienen un sentido, el control, el enriquecimiento y la actualización de la lengua.

-Y estas se han dotado de oficinas filológicas. En cambio, parece que en la RAH los académicos hayan actuado a su voluntad, sin un control sobre el conjunto de la obra.

-Las entradas más importantes se las han repartido entre ellos. ¿Y quién le dice a Luis Suárez que no escriba sobre Franco, o que ha hecho una cosa tendenciosa?

-¿Entonces, encargar un proyecto con dinero público a la RAH?

-Es el pago a los servicios prestados durante el debate de las humanidades en la enseñanza. La Academia se posicionó muy vehementemente al lado de la ministra Aguirre y el Gobierno del PP.

-¿La misma idea de un diccionario enciclopédico tiene sentido hoy?

-Con las limitaciones de una obra de este tipo, un diccionario indiscriminado, con biografías de gente conocida, de Colón a Franco, no tiene sentido hoy, teniendo en cuenta la cantidad de recursos que hay en internet, y las docenas de biografías que existen. El especialista no se lo mirará. Tienen más sentido diccionarios de sectores concretos. Colaboro por ejemplo en un diccionario de parlamentarios españoles, por encargo del Congreso y el Senado. Del 80% no se sabe nada.

http://www.elperiodico.com/es/noticias/ocio-y-cultura/20110602/borja-riquer-los-grandes-historiadores-vivos-estan-academia/1028604.shtml