Castrillo de la Reina 75 años después
La localidad serrana rinde mañana homenajea sus vecinos asesinados en septiembre de 1936
La exhumación de los restos tuvo lugar el verano pasado en la entidad menor de Quintanilla de las Viñas
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B. ANTÓN / CASTRILLO
Salieron de Castrillo de la Reina el 3 de septiembre de 1936 en una camioneta con destino a la cárcel de Salas. Nunca llegaron allÃ, su destino estaba unos kilómetros más adelante, dirección Burgos, en Mambrillas de Lara, donde fueron asesinados. Mañana, casi 75 años después, los restos de Lázaro Esteban GarcÃa, Julián SantamarÃa Carretero, Saturio Gómez Ibáñez, Ponciano Salas Esteban y Arturo y Nicolás Rubio Salas regresarán a su pueblo tras haber permanecido enterrados en una fosa de la que fueron exhumados el verano pasado.
AllÃ, en Castrillo, familiares, amigos y vecinos les rendirán un homenaje que concluirá con la misa funeral y la posterior inhumación en el cementerio. Antes, están programados otros actos cargados de emotividad. A las 17 horas se abrirá al púbico, en el Ayuntamiento, una exposición que mostrará imágenes y documentación de estos 6 hombres asesinados, que irán acompañadas de datos y curiosidades referentes a su vida, como partidas de nacimiento o documentos del Archivo Militar de Guadalajara. La exposición también recogerá momentos de la búsqueda de los vecinos de Castrillo en Mambrillas.
Durante la tarde también se llevará a cabo una proyección de fotografÃas con música, tras la cual, se entregarán a los familiares los restos, los informes de la forense y las pertenencias encontradas de estos hombres que salieron a la fuerza de Castrillo meses después de que estallara la Guerra Civil y que nunca regresaron. Los actos terminarán a las 20,15 horas con una misa en la Iglesia de San Esteban y el posterior traslado de los restos hasta el cementerio.
Larga búsqueda
Sus familiares y amigos nunca se olvidaron de ellos, pero no fue hasta 1984 cuando comenzaron a mostrar un mayor interés por recuperar sus restos. Con la iniciativa de León Rubio, hijo de Nicolás Rubio, y las indicaciones de un vecino de Mambrillas, ese año se llevaron a cabo las primeras excavaciones en un lugar concreto. La decepción fue grande. La máquina removÃa tierra y no aparecÃan indicios de que estuvieran allÃ.
Tan grande fue la decepción que se desistió en la búsqueda hasta el año 2007. Fue entonces cuando David GarcÃa, alcalde de Mambrillas, mandó un correo electrónico al Ayuntamiento de Castrillo mostrando su interés y disponibilidad a colaborar para encontrar los cuerpos. «Estaba dispuesto a ayudar incluso económicamente y fue él quien nos puso en contacto con la Coordinadora Provincial de la Recuperación de la Memoria Histórica de Burgos», señala José Luis Elvira Rubio, sobrino de Nicolás, uno de los asesinados. En diciembre de ese 2007 un grupo de familiares y amigos visitó la zona donde se creÃa que podÃan estar y encontraron 6 casquillos de bala en un lugar muy próximo al que se removió 23 años atrás. Ya en septiembre del 2008, con la autorización de las diferentes familias y con la ayuda de la ARMH de Aranda de Duero, se inició la búsqueda en la zona donde habÃan aparecido las balas. De nuevo la decepción acabó con la ilusión. Allà no habÃa nada
Con lo que no terminó la decepción fue con las ganas de seguir buscando gente que pudiera ofrecer más datos y pistas. José Luis Elvira se dedicó a recorrer gran parte de la comarca de Lara tratando de conseguir más información, una labor difÃcil porque la Guerra Civil y lo que ocurrió durante aquella época sigue siendo un tabú en muchos lugares. Su tesón le hizo ir encajando piezas que poco a poco iban dando forma al puzle. Ese trabajo de investigación dio lugar a conocer con más exactitud dónde podÃan estar enterrados, y el 25 de junio del 2010 se obtuvo una recompensa. Ese dÃa apareció la suela de una zapatilla.
En agosto, con el suelo más seco, se retomaron las labores para tratar de recuperar a los seis castrillenses. «El 2 de agosto se realizó la exhumación y se comprobó que en esa fosa sólo habÃa un cuerpo. Era Julián SantamarÃa, alcalde de Castrillo en 1936. Su identificación due fácil; su dentadura conservaba muchos dientes de oro, circunstancia que conocÃamos», explica José Luis Elvira Rubio.
El hecho de que Julián SantamarÃa estuviera sólo en una fosa no es algo casual. Al parecer, el dÃa que asesinaron a los otros 5, el alcalde de Castrillo quedó malherido, pero fue rematado sólo un dÃa después que sus vecinos, por lo que todo indicaba que los demás debÃan de estar muy cerca. Al dÃa siguiente prosiguió la búsqueda y a sólo dos metros de donde se encontraba el cuerpo de Julián SantamarÃa, estaba la fosa con los demás. «La exhumación duró tres dÃas. Los cinco cuerpos estaban muy bien colocados y su identificación no ha sido difÃcil, ni siquiera ha hecho falta realizar las pruebas de ADN, con circunstancias y datos que sabÃamos de cada uno de ellos, se ha podido identificarles», relata José Luis Elvira Rubio.
Mañana, por fin, estos 6 hombres volverán a su municipio. «Creo que hemos cumplido con algo que era de justicia, recuperarlos y enterrarlos en el pueblo donde nacieron», afirma José Luis Elvira Rubio, que recuerda que 75 años después aún viven 6 hijos y 2 hermanos de aquellos castrillenses asesinados.