Huesos como marca comercial
Las 3 maneras de representar a las vÃctimas. Avances en antropologÃa
«La aparición de los huesos en las tumbas olvidadas, con la reevaluación de los testimonios de los vencidos que ha llevado aparejada, se ha producido entre un notable escándalo mediático; ha dado origen, por lo demás, a toda una industria del significado en torno a las memorias de la guerra que recuerda bastante a la avalancha de productos culturales que vivió Alemania con motivo del 60 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial». La reflexión corresponde a Francisco Ferrándiz, del Consejo Superior de Investigaciones CientÃficas, y a Alejandro Baer, profesor de la Universidad Complutense, y ha sido extraÃda de una investigación sobre lo que denominan «violencia polÃtica y memoria digital». Desde el campo de la antropologÃa, defienden que las fosas del franquismo han dado origen a un conjunto de nuevas prácticas culturales y rituales que evocan un pasado doloroso y a la vez dicen mucho del presente. En esa misión de preservar la huella de un pasado terrible es donde se centran y, para ello, analizan cómo se está abordando la memoria del genocidio y de otras formas de violencia extrema en cada una de las exhumaciones. Según ellos, en los últimos años se han establecido tres maneras esenciales de registrar y representar a las vÃctimas: fotografÃas en la fosa abierta, con sus esqueletos y huesos; retratos de desaparecidos, y testimonios de testigos o supervivientes. En el primer caso, afirman que las fotografÃas con huesos se han convertido en un signo inequÃvoco de la violación de derechos humanos. «Nos encontramos con tales imágenes a menudo: Camboya, Argentina, Guatemala, Bosnia, Irak… Se han convertido en metáforas, puntos de referencia éticos».
Entran como la Coca Cola. Por otro lado, las fotografÃas tomadas a las vÃctimas antes de convertirse en tales, esas imágenes de desaparecidos que muestran sus familiares «son ya imágenes enormemente extendidas de la tragedia a la vez que de la entereza», por lo que ellos aprecian que se han incorporado al imaginario con la misma potencia que una marca comercial. «Dada su fuerza iconográfica y su potencial de transgresión —parafraseando al dramaturgo chileno Ariel Dorfman—, representan la respuesta más adecuada a las desapariciones». Y de qué manera más eficaz han logrado satisfacer las necesidades de los medios de comunicación.
Respecto al tercer modo que predomina en la visualización de la desaparición, los testimonios en formato de vÃdeo, ya no son importantes por atestiguar hechos que no se conocen bien, sino que este trabajo defiende que son esenciales para lograr que estos hechos «se tengan siempre presentes». Por esta razón, ambos autores consideran que en una exhumación del franquismo es tan importante el trabajo forense como grabar cada uno de los pasos que se llevan a cabo. «El archivo de testimonios en vÃdeo de los `donantes de la memoria´ es siempre algo más que una fuente de información sobre el pasado: tales testimonios constituyen proyectos de restitución, sÃmbolos de la tragedia pasada y de homenaje presente»
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