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El alcalde de Poyales: ‘La fosa común es bastante más distinguida que la tumba’

El Mundo.es, 11/08/2011 | 13 agosto 2011

Antonio Cerro: ‘El cambio de ubicación fue consentido por los familiares’

 

‘El anterior enterramiento se encontraba en muy mal estado’

Asegura que los cuerpos volverán a su emplazamiento cuando esté arreglado

Antonio García | Ávila

Cuatro días después de que la Plaza del Moral de la localidad abulense de Poyales del Hoyo (600 habitantes) viviera momentos de tensión el pasado domingo, a raíz de la protesta convocada por representantes de asociaciones en defensa de la Memoria Histórica por el traslado de los restos de 9 represaliados a una fosa común, el alcalde del municipio, Antonio Cerro, ha remitido una carta a sus vecinos para dar una «versión completa de los hechos».

En la extensa misiva, considera «lógica» la reacción de los vecinos de Poyales del Hoyo tras observar cómo «unos forasteros desconocidos del pueblo» portaban en la plaza una pancarta en la que podía leerse: «Somos los nietos de los obreros que no pudisteis matar».

En este contexto, subraya la «sorpresa», seguida de «indignación» que la protesta causó entre los vecinos, «aprovechando el momento de la salida de la misa», para que «se encontraran con ella».

Además, aclara que la protesta no contaba con la autorización de la Subdelegación del Gobierno, que se dio «por no enterada, ya que no respetaba el tiempo obligatorio que ha de mediar como mínimo para realizar la comunicación por escrito antes de la concentración».

Tras tachar lo sucedido como «lamentabilísimos acontecimientos» y expresar su respeto «a estas víctimas» y a las que «sufrieron tan horroroso asesinato», el alcalde ha rechazado que las «discrepancias políticas» hayan propiciado el traslado de los restos de los represaliados, lamentando que la decisión del traslado de los restos pudieran entenderse como una «ofensa a la víctimas» de la Guerra Civil.

En este sentido, ha explicado cómo el cambio de ubicación se hizo «en todo momento con la previa autorización del Ayuntamiento y el consentimiento de los familiares». Además, ha argumentado que el traslado se realizó «a instancias de familiares de las víctimas».

Más en concreto, de una familiar que había mostrado su desacuerdo con la inclusión en la tumba donde reposaban los restos de su abuela y otras dos mujeres, de otros siete represaliados, exhumados en 2010 en la Cuesta del Avión, en Poyales.

El alcalde ha sostenido que esta familiar solicitó el traslado del cuerpo de su abuela a un nicho de su propiedad, siendo comunicado «a todos los familiares el 30 de julio». Por ello, en presencia de familiares representantes de los siete últimos enterrados, de la señora que solicita el traslado a un nicho de su propiedad de los restos de su abuela, de la jueza de paz, así como del alcalde y de Mariano López, miembro del Foro por la Memoria del Tiétar y la Vera, se procedió a la exhumación de los restos y posterior traslado.

Fosa en mal estado

En el relato de los hechos señala que «allí, se retiró la lápida y es entonces cuando se pudo comprobar el mal estado en el que se encontraba esta fosa». Pos ello, consideró que «hubo que trasladar los restos a la fosa común, en todos los casos previa solicitud de los familiares».

Desde su punto de vista, el cambio ha sido para mejor, ya que «la fosa común es bastante más distinguida que la tumba de la discordia» y «está en terreno seco y en un lugar preferente, en la misma entrada del cementerio, visible desde fuera».

Tras estos hechos, según el alcalde, se reunió el 6 de julio con miembros de la Asociación de Víctimas de la Guerra Civil en la que le trasladaron la necesidad de que manifestara su «voluntad de reintegrar los cuerpos a la fosa originaria cuando se haya arreglado» y así poder desconvocar la manifestación del domingo, pero tras citarles para firmar la comunicación, éstos «no se presentaron» a la hora prevista y él tuvo que marcharse a Madrid.

El regidor afirma haber actuado en todo este proceso «con rectitud y legalidad», aunque lamenta no haber «podido evitar lo inevitable». Por ello, considera que «todos los vecinos unidos sí pueden evitar el boicot a las fiestas, a no comprar nada en el pueblo y a propagar que nadie visite» Poyales del Hoyo.

Además, ha invitado a los vecinos de la localidad a que usen «la cordura» y a «recuperar la concordia, trabajando por la unión entre todos y olvidando estas divisiones que tanto hacen retroceder y que tanto daño hacen a todos».

«Los horribles e injustos asesinatos de todos los familiares, de una y otra parte, son una lección que debemos aprender para no caer en el gran error que ellos cometieron», concluye la misiva.

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/08/11/castillayleon/1313073752.html