En La Carcavilla

 

Los trabajos comienzan este martes y duraran dos semanas

Colaborarán cada día más de 30 voluntarios

Todas las víctimas están documentadas, lo que supone una ventaja

Almudena Álvarez | Palencia

Actualizado lunes

El parque de la Carcavilla de Palencia fue un día el cementerio municipal. De hecho se cerró en 1940 y se convirtió en una zona de esparcimiento décadas después, dejando en el subsuelo los restos de 495 personas, que fueron represaliadas y fusiladas en la Guerra Civil Española y después enterradas en esta zona de Palencia.

Desde hace años los familiares de las víctimas, vecinos de la capital y la provincia, trabajan para recuperar sus restos.

La primera intervención se hizo en 2009 y se recuperaron los restos de 32 personas, de las que la mitad ya han sido identificadas y entregados a sus familiares, confirmó Juan Manuel Monge como representante de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

A partir del martes pretenden acometer una segunda fase «mucho más ambiciosa y complicada» ya que se han puesto como objetivo recuperar los restos de 250 personas.

Lo harán con la ayuda del Departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid y la Sociedad de Ciencias Aranzady del País Vasco, y también con los voluntarios de las Asociaciones para la Recuperación Histórica de Palencia, Aranda de Duero y Valladolid.

Cuentan con una subvención del Ministerio de Presidencia, concedida a cuatro agrupaciones de familiares creadas para tal fin, y la previsión de más de 30 voluntarios cada día para acometer en un par de semanas «una ardua y difícil» tarea. «Nunca se ha hecho una exhumación tan grande, ni se ha acometido un trabajo tan complicado», reconoció Juan Manuel Monge.

A su favor, cuentan con que el parque apenas se ha removido desde que se cerró a los enterramientos en 1940. Además todas las víctimas están documentadas, conocen sus nombres y apellidos y hasta los detalles del juicio sumarial que los condenó a muerte.

El más llamativo «el famoso juicio de la Diputación, que condenó a 34 jóvenes a ser fusilados en septiembre del 36», recuerda Monge.

Una vez localizados los restos, cuya ubicación se ha determinado mediante un georradar en el sector 1 de lo que fue el cementerio municipal, ahora la zona de juegos del parque de la Carcavilla, se procederá a su documentación e identificación.

«Los restos, metidos en cajas, se llevarán a la Universidad Autónoma de Madrid para hacer los estudios de los huesos. Luego se harán las pruebas de ADN y si hay suerte se identificarán todos los restos», explica Monge.

Una tarea que puede llevar más de un año, dada la ingente cantidad de restos que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica espera exhumar.

«Tratamos de sacar sus restos y recuperar su memoria, enterrándoles en un lugar digno y devolviendo a sus familiares la paz y el sosiego que un mal día del 36 les arrebataron», afirmó Juan Manuel Monge.

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/08/15/castillayleon/1313426618.html