La esposa de Baltasar Garzón recibió ayer en el Pozu Fortuna el galardón concedido a su marido

 

Jaime Marcos Turón (Mieres)

La esposa del juez Baltasar Garzón, Rosario Molina, fue la encargada de recoger el galardón que le concedió el Foro Pozu Fortuna “como un reconocimiento a quien es víctima del intento de aplicación de la Ley de Memoria Histórica, una ley que resultó un timo y una estafa y que favoreció incluso el procesamiento de este juez por intentar llegar a cuantificar los crímenes cometidos contra la humanidad”, dijo ayer el vicepresidente de la entidad organizadora, Víctor Luis Álvarez, en el acto celebrado en el lugar del valle de Turón en el que fueron asesinadas cientos de personas en los años posteriores al inicio de la Guerra Civil.

Rosario Molina agradeció el reconocimiento a su marido “en un lugar y en un acto tan significativo que sirve para honrar la memoria de quienes dieron su vida por la dignidad, la libertad y la justicia”. La esposa del juez Garzón consideró que en España “llevamos décadas de silencio impuesto”, una situación que contrastó con lo que sucede en Argentina “donde se fortalece la democracia con el reconocimiento a las víctimas, no con el olvido que se hace aquí a través de la inhibición de la Justicia”. Rosario Molina dijo ante los cientos de personas que ayer acudieron al Pozu Fortuna que “todos tenemos el derecho y el deber de luchar contra el olvido y la injusticia, tal y como hace el juez Garzón, que por defender todo esto no puede estar hoy aquí”.

El alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, dijo que “personajes como Garzón nos hacen pensar y creer en la esperanza”. Además consideró que “la persecución judicial a este juez es vergonzante”. El presidente de la corporación mierense mantuvo que el acto que anualmente congrega a cientos de republicanos en el Pozu Fortuna “sirve para consolidar la memoria y no olvidar lo pasado, es un símbolo de la recuperación , pero esto no tiene nada que ver con la venganza o la revancha, como dicen algunos”.

El vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias, Ernesto Burgos, recordó en el Pozu Fortuna que “en Asturias hay más de 320 fosas comunes, y una de las mayores es precisamente esta”. Tras defender la República, Burgos aludió a la muerte violenta de 9 curas y frailes de Turón, “que la Iglesia llevó al cielo con dinero público, mientras que a nosotros nos niegan sacar a nuestros muertos de las cunetas, aunque todos fueron víctimas de la violencia”. El historiador Rubén Vega recordó “el derecho que tenemos a conocer el pasado y a no olvidar”, defendiendo además que “el Estado se quedó corto cuando hizo la Ley de Memoria Histórica que no nos llevó a conocer la verdad, a saber cuáles fueron las víctimas y quiénes los verdugos”. En su intervención también defendió al juez Garzón, “que intentó enfrentarse a una ley insuficiente”.

El Pozu Fortuna es una instalación minera, de finales de los años 20 y situada en el valle de Turón, cerca del pueblo de San Andrés, que nunca llegó a tener actividad, debido a su destino, durante la Guerra Civil (1936-1939) y postguerra, como fosa común para cientos de miles de militantes, simpatizantes y familiares de la República asesinados en la comarca del Caudal o en otras zonas de Asturias.

http://www.lavozdeasturias.es/asturias/cuencas/ley-memoria-historica-timo_0_569343098.html