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“Escandinavos en Alcoi: solidaridad internacional en tiempo de guerra”

La Librería de Cazarabet, | 18 octubre 2011

De Ángel Beneito y Jon Olaf Myklebust

201 páginas      28,5 x 22 cms.       200 fotografías. 26,00 euros. Producciones Kronos

Tras el inicio de la Guerra Civil española en 1936, dos países escandinavos, Suecia y Noruega se movilizaron para formar comités de ayuda a la España republicana. Este movimiento de solidaridad internacional movilizó a sindicatos, partidos políticos e incluso entidades cívicas o religiosas.

Con lo recaudado compraron medicinas, ropa y alimentos que fueron enviadas a España con el fin de socorrer a la población civil. Asimismo, en la primavera de 1937 decidieron crear un hospital de sangre con 100 camas de capacidad, con la condición de que fuese en un lugar alejado de los frentes de combate.

La entonces ministra de Sanidad de la República, Federica Montseny, les ofreció la sede de la Escuela Industrial de Alcoy, en Alicante, un edificio civil todavía por inaugurar y en una localidad estratégica de importancia relativa, aunque alejada de los combates.

La expedición escandinava estuvo formada por unas 30 personas que trabajaron en Alcoy por unos meses, hasta su retirada y la asunción del hospital por personal español. Durante el tiempo que estuvieron en la ciudad, atendieron a 1.224 pacientes, de los cuales solamente siete murieron.

Al marcharse, dejaron el hospital de sangre -para entonces con casi 1.000 camas- en manos del prestigioso doctor Manuel Bastos Ansart, pasando a denominarse Hospital Militar Base. Estuvo en activo hasta octubre de 1938, cuando fue bombardeado.

Unos meses más tarde y con el fin de la contienda, paso a funcionar como prisión y no fue hasta 1943 cuando el edificio llegó a manos del Ministerio de Educación para convertirse en aquello para lo que realmente nació, una Escuela Industrial.

El Hospital Sueco Noruego de Alcoy ya fue objeto de análisis en 2004 del historiador alcoyano Ángel Beneito, quien acaba de publicar -esta vez acompañado por el nórdico Jon Olav Myklebust- una segunda obra en la que profundiza en el tema a través de las miradas de sus protagonistas.

En un sentido acto, Beneito y Myklebust presentaron recientemente el libro «Escandinavos en Alcoi: solidaridad internacional en tiempo de guerra», precisamente en el edificio Viaducto del campus de la UPV, el mismo inmueble que aún por estrenar se convirtió en hospital de sangre.

A diferencia del primer libro, más genérico, el de ahora se basa en «las memorias y vivencias que escribieron tres médicos noruegos que estuvieron en el hospital» alcoyano, tal y como explica el coautor. También se construye a partir de la correspondencia con el Comité de Ayuda que permitió la puesta en marcha del hospital y del diario del director médico.

Unos testimonios inéditos, de vital importancia para comprender lo que realmente significó el Hospital Sueco Noruego, tanto para la población civil y los soldados locales, como para el personal escandinavo desplazado.

«Los informes, las cartas y el diario que el director médico del hospital escribió durante su estancia en Alcoy han puesto al descubierto la parte más humana de esta historia de solidaridad», señala el propio autor, cuya obra se completa a partir de abundante material gráfico, en algunos casos inédito.

Con la publicación de esta obra, basada en otra eminentemente científica editada en inglés en 2009 gracias a la colaboración bilateral, Alcoy recupera un pedazo de historia, a la vez que estrecha sus lazos de unión con el pueblo escandinavo.

No en vano, la presentación del libro estuvo acompañada de un simbólico pero emotivo acto en el antiguo hospital: la reposición de algunos rótulos que rememoran la solidaridad escandinava para con Alcoy. El de ¡Viva la solidaridad internacional! preside de nuevo el salón de actos de la escuela universitaria.

Además, el acto contó con la participación de algunas personalidades significativas. Es el caso de Paco Aura, combatiente republicano y alcoyano superviviente del campo de concentración de Mauthausen, o Pilar Pastor, enfermera del entonces hospital de sangre. También tomaron parte los cónsules generales de Noruega y Suecia en Alicante, así como representantes de las comunidades escandinavas en la provincia y algunos invitados llegados a propósito desde el norte de Europa.

El Mundo