Gerardo Iglesias: «La modélica transición sólo ha sido un modelo de impunidad»
Censura la ley de amnistÃa de 1977 por «echar el cerrojo al pasado» y defiende la necesidad de reparar el honor de ‘los fugaos’ y sus familias
PILAR CAMPO OVIEDO
Fundador y ex coordinador de Izquierda Unida. Censura la ley de amnistÃa de 1977 por «echar el cerrojo al pasado» y defiende la necesidad de reparar el honor de ‘los fugaos’ y sus familias.
Desde la atalaya de su retiro voluntario de la primera lÃnea polÃtica, el ex dirigente comunista Gerardo Iglesias (La Cerezal, Mieres, 1945) insta a los partidos de izquierdas a escuchar a los jóvenes del 15-M para no perder el horizonte de las necesidades cotidianas de los ciudadanos. Con su libro Por qué estorba la memoria busca la reparación del reconocimiento que la democracia ha hurtado a los fugaos, los maquis que lucharon contra la represión de la dictadura franquista.
¿Cómo se financiarÃa, en plena crisis, un museo de la guerrilla como plantea?
Acabo de trasladar la solicitud para mantener una entrevista con el presidente del Principado. Es una idea, no un proyecto acabado. La guerrilla actuó durante 15 años en un periodo terrible al costo de pagar con sus vidas y de que sus familias sufrieran lo indecible.
¿El museo repararÃa la falta de reconocimiento oficial?
CumplirÃa dos objetivos: recuperar un trozo trágico, pero importante, de nuestra historia y conllevarÃa una cierta reparación para los familiares de las vÃctimas, ya que la estigmatización de que eran bandoleros se quedarÃa en la puerta.
¿Cómo han recibido las vÃctimas la revisión del franquismo que realiza la Academia de la Historia?
Muy mal. Es un ejemplo claro de la importancia de la gran necesidad de superar la impunidad y el olvido porque eso sólo se puede producir en ese contexto. En Francia, un modisto fue expulsado de Dior por elogiar a Hitler en una taberna. En esos paÃses que sufrieron el fascismo hay una memoria colectiva y eso se convierte en una barrera para que no pasen ni florezcan este tipo de personajes ni esas ideas reaccionarias y sin embargo aquÃ, no ocurre igual.
¿De qué manera perjudicó la ley de amnistÃa de 1977?
La ley echa el cerrojo al pasado y dice que no ha lugar a ninguna responsabilidad de todos los que llevaron a cabo la brutal represión durante casi 40 años. En esos primeros 15 años sobre todo se llevó a cabo una auténtica polÃtica de exterminio de los que no pensaban como ellos.
¿No se han superado las diferencias para que cicatricen las heridas?
La sociedad está preparada para asumir la revisión y esclarecimiento de los hechos y la reparación en regla de todos los daños causados.
¿Dónde está el freno?
En los poderes públicos. Han sido la sociedad civil y las asociaciones de la memoria, con los nietos de las vÃctimas, quienes introdujeron en las agendas de los polÃticos este problema y ahà nació la ley de memoria histórica que no se llama asÃ, no por casualidad sino porque en el fondo lo que se quiere evitar es que se construya una memoria colectiva como antÃdoto y como barrera para que no pasen ideas de tal naturaleza.
¿Ha sido difÃcil encontrar las fuentes de información?
Ha sido un trabajo minucioso y muy laborioso que me llevó casi dos años. Trabajé con testimonios personales de personajes vinculados a las vÃctimas y de archivos, el del PCE, que es una pena porque es una joya y está muy deteriorada, con documentos ilegibles donde mi amiga Ana se dejó la vista, y también utilicé, aunque menos, el de la Guardia Civil, porque su versión ya fue ampliamente difundida.
¿Es partidario de que los documentos custodiados en Salamanca que reclama Cataluña se trasladen a Asturias?
SerÃa más fácil para los que investigamos sobre la guerra civil. Yo tuve que pedir expedientes de consejos de guerra al Ferrol y habÃa que trasladarse ahà y copiarlos…
¿Cómo se repara el daño?
Con el esclarecimiento de los hechos porque, más de 30 años después de instaurada la democracia, hay muchas personas que tienen miedo a hablar.
¿Y las compensaciones económicas?
Yo recibà un millón de pesetas por mis años de cárcel. Era absurdo no cogerlas, pero tuve una mala sensación porque era como si quisieran comprar nuestro silencio. Hubiera sido más gratificante que todas las condenas de los tribunales franquistas que eran ilegales fueran anuladas. En base a la ley de amnistÃa, que es un muro para esclarecer esos hechos, tenemos la escandalosa situación de que el juez Garzón esté camino del banquillo. Es importante superar lo que algunos no quieren porque les conviene que permanezcan todos los elementos posibles provenientes del pasado de la dictadura y permanece mucha gente que fue con la dictadura en los aparatos del Estado y no es bueno.
¿La transición no era tan pactada como se decÃa?
No. Las personas o sectores que fueron menos proclives a facilitar la transición de pasar de la dictadura a la democracia son a los que actualmente se les llena la boca hablando de la modélica transición democrática. Es un modelo de impunidad porque esa transición implicó una ley de amnistÃa que no establece responsabilidades, ni repara, ni esclarece. Si a eso llamamos un modelo para exportar, ¡estamos guapos!.
¿La izquierda es poco ofensiva?
Soy de izquierdas, pero a la hora de escribir la historia y no hacer propaganda hay que contarla como es. Los partidos de la izquierda durante muchos años han aceptado no hablar del pasado y si se ha hecho esa ley de la memoria es por el empuje de las asociaciones de la sociedad civil creadas por los nietos de las vÃctimas. Me pregunto si en los próximos programas electorales entrará la supresión de la ley de amnistÃa, el reconocimiento de la no prescripción de los crÃmenes de lesa humanidad, la localización y exhumación de los cadáveres que siguen en las cunetas a costa del Estado. No tengo animosidad contra los partidos pero he hecho otra crÃtica al modelo de partido existente porque es la pura realidad.
¿Qué aportación cree que hace el 15-M en la escena polÃtica?
Es un movimiento pacÃfico que no se ha dejado manipular, con una actitud muy inteligente y responsable. Pone de manifiesto que los actuales modelos de partido no dan cauce a la participación de una juventud que está preparada e informada y que no irÃa a un partido sólo para repartir panfletos, sino para llevar a cabo sus propias ideas. Sus reivindicaciones, desde la necesidad de transformar la concepción del partido a la reforma de la ley electoral, darÃa un impulso grande para revitalizar la democracia.
¿Le quedó algo pendiente en su etapa como dirigente comunista?
No tengo frustraciones. Participé en la lucha porque era lo que debÃa de hacer y lo hice sin esperar nada a cambio.Tengo las mismas ideas, procurando evolucionarlas al ritmo que evoluciona la sociedad y estoy conforme con lo que he hecho.
http://www.lavozdeasturias.es/asturias/modelica-transicion-solo-modelo-impunidad_0_570542972.html