Almudena Grandes: España jamás ha agradecido al exilio todo lo que le debemos
“En México, y en Argentina también, se ve lo que España perdió cuando muchos intelectuales tuvieron que exiliarse»
La escritora Almudena Grandes, que hoy recibe el premio Sor Juana Inés de la Cruz por «Inés y la alegrÃa», cree que España «jamás ha agradecido al exilio republicano» todo lo que le debe, al contrario de lo que sucede en México, donde hay «una especial sensibilidad» hacia este fenómeno.
«Los exiliados republicanos fundaron de alguna forma la cultura mexicana contemporánea. En México, y en Argentina también, se ve lo que España perdió cuando muchos intelectuales tuvieron que exiliarse», afirma Grandes en una entrevista con Efe, horas antes de recibir el citado galardón en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
La novelista española, que cuenta con centenares de miles de lectores, está «muy emocionada» por el citado premio, que le llegó dos semanas después de haber ganado otro galardón mexicano: el Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska por el mismo libro.
Aunque «Inés y la alegrÃa» recrea una historia «muy española», situada al principio de la dura posguerra, Grandes cree que esta novela ha tenido una excelente acogida en México quizá porque «es un paÃs con una historia muy torturada, y que está familiarizado con las revoluciones y con las mujeres revolucionarias», como las que hay en su libro.
«Y es un paÃs, y creo que en España no somos muy conscientes de esto, donde el exilio republicano se trata con una ternura y un amor enormes. Para la cultura mexicana fue fundamental en todas las órbitas ese exilio, y no solo en la literaria. También en la cientÃfica y en la pedagógica», subraya esta autora a la que le encanta venir a la Feria del Libro de Guadalajara.
«Esta feria es especial porque los lectores invaden cualquier espacio. Es una feria muy viva; es un puente que pone en contacto a la literatura con la gente y es muy conmovedor el interés que hay en este paÃs por la literatura», dice la autora de novelas como «Corazón helado», «Las edades de Lulú» o «Malena es un nombre de tango».
La novela «Inés y la alegrÃa» forma parte de un ambicioso proyecto de seis libros, situados en la posguerra española, en plena dictadura de Franco, con los que Almudena Grandes quiere rendir homenaje la resistencia antifranquista.
«Creo que la democracia española está en deuda con los antifranquistas». «Si en España no hubiera habido muchas personas que durante 37 años, dÃa tras dÃa, resistieron a la dictadura, la transición a la democracia no hubiera sido posible», asegura la novelista.
En los años setenta, en la transición, prosigue Grandes, «la democracia española resolvió la encrucijada histórica que tenÃa por delante por el procedimiento de fundarse sobre la nada».
«Nosotros tenemos una democracia sin raÃces. Reconocer la tradición republicana dio miedo y pareció que no era sensato», señala la escritora, quien opina que la transición «fue un proceso muy autocomplaciente, y, al olvidar la dictadura, olvidó la resistencia contra ella»
«Realmente, no somos conscientes de lo que le debemos a los resistentes, ni de que, en definitiva, nosotros somos la victoria póstuma de los derrotados. Toda esa gente se sacrificó para que nosotros vivamos la vida que vivimos ahora», afirma.
En su opinión, en España «hay una indolencia y una insensibilidad absoluta hacia estos temas» que, insiste, «no tienen que ver con el pasado, sino con el presente y con el futuro porque son fundamentales para decidir en qué clase de paÃs queremos vivir: en un paÃs que paga sus deudas y que es consciente de dónde viene, o en uno que eternamente va a seguir considerándose encantado de conocerse y sin preguntarse nada de nada», dice Grandes.
El lugar para pagar la deuda que España tiene con la resistencia antifranquista «no es una novela. SerÃan otras instancias más altas las que tendrÃan que pagarla», subraya.
En el fondo, lo que hacen los escritores y los directores de cine «es lavarle la cara a las instituciones», añade Grandes, quien no se olvida de citar el papel «fundamental» que, en relación con la Guerra Civil (1936-1939) y la posguerra, están desempeñando los historiadores.
«Lo más importante que ha pasado en España en las últimas décadas es que un grupo notable, por su número y su calidad, de historiadores de mi generación ha agarrado por los cuernos el tema de la historia contemporánea española».
«Ellos van a dar la batalla por la verdad, y la van a ganar», concluye.
