Por una verdadera Ley de Memoria Histórica
La Ley de la Memoria Histórica es un intento institucional para controlar el movimiento memorialista
POR TOMÁS ZORNOZA, JOSU GOÑI Y PACO JIMÉNEZ, JUNTA DE UNIDAD CÍVICA NAVARRA POR LA REPÚBLICA (UCNR) – Miércoles, 21 de Diciembre
EL día 15 tuvo lugar en el Parlamento de Navarra un acto para la entrega de certificados de reparación y reconocimiento personal a familiares de 69 fusilados navarros durante la Guerra Civil y los años posteriores.
Es cierto que Navarra figura entre las regiones que más se ha hecho por la recuperación y reconocimiento de los represaliados por la dictadura, y comienzo esta carta por agradecer a los que han trabajado en ese empeño, y especialmente a los familiares.
Pero también es una buena ocasión, aprovechando que en ese acto estaban representantes de UPN y PSOE como el exministro, señor Jaúregui, para declarar que la Ley de la Memoria Histórica es un intento institucional para controlar el movimiento memorialista. La contradicción entre dar respuesta a una situación injusta y poder hacerlo sin poner en peligro los déficits de la transición da como resultado una ley que no tiene que ver con la verdad, ni con la justicia, ni con la reparación, permitiendo la impunidad.
En una verdadera Ley de Memoria Histórica es necesaria la protección legal de todos los lugares donde se realizó la represión fascista, como el Fuerte de San Cristóbal, reservándolos como lugares de la memoria del genocidio de los defensores de la II República española y la promoción ante la Unesco de varios de estos lugares como Patrimonio de la Humanidad.
El reconocimiento especial a los crímenes de lesa humanidad perpetrados por el franquismo contra toda una generación de mujeres por su compromiso con la democracia (detenciones ilegales, violaciones, secuestro de recién nacidos/as y abusos sistemáticos en las cárceles denunciadas por el Consejo de Europa).
El reconocimiento de todos los hombres y mujeres del Maquis, puntos de apoyo y enlaces como miembros del Ejército Popular, la inclusión de su relato como materia educativa y la proclamación parlamentaria del Día del Guerrillero español como día de homenaje a nivel estatal.
La anulación definitiva de los juicios y sentencias del franquismo y la recuperación de la memoria colectiva de los y las luchadores y luchadoras por la República y los valores democráticos que ella representaba en la guerra civil y durante el franquismo. La reconstrucción de la memoria colectiva de los vencidos en la guerra civil y de los luchadores contra el franquismo como parte integrante de nuestro pasado reciente y depósito de valores y experiencias fundamentales para la construcción del futuro.
Por lo tanto, más allá de estos reconocimientos a los represaliados, seguiremos exigiendo al Gobierno de España la profunda reforma de la Ley de la Memoria para cumplir con el Convenio Europeo de Derechos Humanos, tal y como ha sido interpretado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en el caso de los desaparecidos del franquismo, y por el derecho democrático del conocimiento de la verdad; o dicho de otro modo, en la medida en que los Tribunales españoles no resuelvan los problemas pendientes de reparación a las víctimas del franquismo, habrá que tomar la iniciativa de llevar el tema ante los Tribunales europeos e internacionales para reclamar la obtención de justicia en el marco del derecho internacional.
