Memoria Histórica ultima con las familias la búsqueda de los fusilados con Lorca
La asociación se muestra cauta sobre la nueva exploración a la espera de conocer más datos sobre el proyecto de Caballero
B. RICO / GRANADA | ACTUALIZADO 13.01.2012
La Asociación de Memoria Histórica se muestra muy cautelosa con la propuesta de un nuevo intento de excavación de los restos de Lorca. «Estamos debatiendo en estos dÃas si tiene relevancia o no. Quisiéramos tener la seguridad antes de pronunciarnos», explicaba ayer el portavoz de Memoria Histórica, Rafael Gil Bracero, sobre la iniciativa de Miguel Caballero de buscar restos óseos en el Peñón Colorado de Alfacar, que «se encuentra todavÃa en una fase muy preliminar».
Después del fracaso de la apertura de las fosas de Alfacar en la zona del Caracolar promovida por la familia de GaladÃ, el banderillero fusilado con Lorca, sus descendientes se muestran divididos sobre la posibilidad de una nueva búsqueda. «Están bastante desesperanzados», cuenta el portavoz de la asociación sobre la situación de los parientes del fusilado, que en su dÃa promovieron la excavación a través de la asociación. «Sin la petición de las familias no tenemos intención de actuar».
En su opinión, en esta primera aproximación sólo se trata de dilucidar si se ha producido una intervención humana, y la Junta de AndalucÃa sólo tiene que autorizarla expresamente si se pide una subvención. «La Administración sólo actúa si una persona pide que se investigue a un familiar», asegura Gil Bracero, a pesar de lo que el comisario de la Memoria Histórica dijo a este periódico.
Como historiador, Rafael Gil Bracero también es prudente a la hora de pronunciarse sobre esta nueva posible localización. «Para manifestar mi criterio me gustarÃa tener acceso al informe que el Miguel Caballero ha presentado a la Junta de AndalucÃa. Según he leÃdo, sitúa la fosa donde le localizó Molina Fajardo, pero en el libro él mismo dice que puede estar más allá o más acá», cuestiona el portavoz de la Asociación, para quien tampoco está claro que los testimonios que recogen sean ciertos. «Molina Fajardo se basa en el relato de una familia que habÃa sido la responsable de muchos asesinatos en la zona. Eso no es muy cientÃfico, porque el procedimiento más habitual tras una dictadura es ocultar los crÃmenes», asegura.
Lo que no duda el historiador es que existan restos humanos, pero sà que sean de Lorca. «El investigador, en cualquier caso, estará en el candelero dos o tres meses y eso es un fraude», sentenció ayer Gil Bracero.
Más positivo se mostraba ayer otro de los miembros de esta asociación, el periodista Paco Vigueras. «Cuando nos reunimos con Caballero para visitar el Peñón le dimos verbalmente nuestro apoyo. Personalmente me parece bien, porque en principio sólo va hacer una exploración, no una excavación, es sólo una radiografÃa del subsuelo».