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Una realidad anacrónica e insultante

Noticias de Guipúzkoa, 09-01-2012 | 11 enero 2012

El Valle de los Caídos sigue siendo un lugar de encuentro para nostálgicos de la dictadura

 

EL VALLE DE LOS CAÍDOS SIGUE SIENDO LUGAR DE ENCUENTRO PARA NOSTÁLGICOS DE LA DICTADURA

J. IMAZ – Lunes, 9 de Enero de 2012 – EL tristemente famoso Valle de los Caídos fue concebido hace más de setenta años como «lugar de reposo y meditación», que sirviera para perpetuar «la memoria de los que cayeron en nuestra -en la de los franquistas- gloriosa Cruzada». Con estas palabras recogidas en un decreto de 1940 comenzó la historia de este monumento que, todavía hoy, sigue siendo lugar de encuentro para los nostálgicos de la dictadura franquista.

Su estética nacional-católica apenas ha cambiado desde que se inaugurara en 1959, incluso con la llegada de la democracia a España. Por ello, sigue siendo una realidad incómoda -cuando no insultante- para gran parte de la sociedad, en especial para los familiares de víctimas del franquismo allí enterradas.

No en vano, el monumento alberga un cementerio soterrado donde yacen los restos registrados de 33.847 personas, víctimas de uno y otro lado de la Guerra Civil, que desde 1959 hasta 1983 fueron llevados en 491 traslados desde fosas y cementerios de todas las provincias del Estado, salvo Ourense. Tal y como describe el reciente informe elaborado por la Comisión de Expertos promovido por el Gobierno central, los cuerpos yacen en columbarios individuales y colectivos, divididos en ocho cavidades distintas. Estas criptas, según aseguran los técnicos que han podido analizarlas, presentan un estado de conservación lamentable.

ENTRE LOS ENTERRADOS

Un total de 1.200 vascos, 237 de ellos guipuzcoanos

Se calcula que, entre los restos custodiados por la gigantesca cruz del Valle de los Caídos, se encuentran 1.200 vascos. Del total, 237 casos de enterrados allí proceden de Gipuzkoa. Todos ellos fueron trasladados en tres envíos diferentes (marzo de 1959, julio de 1962 y mayo de 1963) desde un total de nueve localidades: Donostia, Tolosa, Irun, Oiartzun, Beasain, Lezo, Eskoriatza, Elgoibar y Orio. A excepción de once cuerpos «desconocidos» llegados desde Tolosa, todos los restos están perfectamente identificados, lo que hace posible a sus familias saber su paradero y plantearse o descartar su recuperación.

Todos esos cuerpos, por lo tanto, fueron enviados al Valle de los Caídos pocos años después de haberse inaugurado. Las obras se habían iniciado en 1940, en la finca de Cuelgamuros, en la Sierra de Guadarrama (Madrid), un lugar expresamente elegido por el dictador Franco en el municipio de San Lorenzo de El Escorial. El elgoibarrés Pedro Muguruza fue nombrado director general de Arquitectura, por lo que fue el encargado de poner en marcha el proyecto. Pero no fue hasta el 1 de abril de 1959, en el vigésimo aniversario de la victoria golpista, cuando Franco inauguró oficialmente el faraónico enclave.

Durante todo el periodo de edificación, los trabajos fueron llevados a cabo por cerca de 20.000 hombres, buena parte de ellos presos políticos republicanos hechos prisioneros en los años previos.

FRANCO Y PRIMO DE RIVERA

En lugar preeminente a pie del altar

Los combatientes y ciudadanos de ambos bandos de la Guerra Civil no son los únicos enterrados en la basílica del Valle de los Caídos, bajo la enorme cruz que preside el lugar. Allí, en lugar preeminente a pie de altar, yacen también los restos de José Antonio Primo de Rivera (fundador de Falange Española), trasladados desde el monasterio de El Escorial con ocasión de la apertura de la Basílica y los del dictador Francisco Franco, enterrado allí tras su muerte en 1975. La recomendación de retirar estos cuerpos del lugar que ocupan en el templo ha sido uno de las más polémicos aspectos del informe de la Comisión de Expertos.

http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2012/01/09/sociedad/euskadi/una-realidad-anacronica-e-insultante