Los investigadores del Franquismo apelan a un trabajo «sin dobleces»
La profesora Ángela Cenarro fue la encargada de abrir las jornadas con una charla sobre las líneas de renovación en los análisis de lo que sucedió en el Régimen
BERTA F. QUINTANILLA / ALMERÍA |
Óscar Rodríguez Barrero, miembro del grupo de investigación Sur-Clío dela UAL, disculpa ante los asistentes a Fernando Martínez. «Está en Sevilla y no ha podido asistir». Luego se dirige a los que han decidido acudir a la sala de conferencias. «Buscamos una reunión en la que se pongan en común las diferentes líneas de investigación en la dictadura franquista para lo que contamos con historiadores expertos en un problema o en un sujeto colectivo». Cede la palabra a Francisco Andújar, director del Departamento de Historia, que presenta a la ponente como «una de las más jóvenes en este sector que sorprende por la madurez con la que ha tratado el tema que nos ocupa».
Efectivamente, Ángela Cenarro, profesora dela Universidadde Zaragoza cuenta con diversas publicaciones y con el respaldo de muchos de los profesionales investigativos. Por eso, quiere centrar su charla inaugural en La historia desde abajo del Franquismo. Balance y líneas de renovación. Porque en muchas ocasiones, lo destacado aparece cuando se ahonda más en lo conocido.
Ella toma la palabra. Está tranquila porque hablar a los estudiantes no es nuevo. «Esta etapa empezó a estudiarse de modo tardío y quedan lagunas». No obstante «estamos a años luz de como nos encontrábamos hace dos décadas». Las cosas pendientes que quedan por hacer son de complicado resumen. «Nos llama poderosamente la atención la pluralidad histórica desde arriba, abajo, local, estatal e incluso internacional». En la primera fila se sienta Peter Anderson, de University of Bath, que asiente. Él ha seguido con mucho interés la historia de España en la época de la dictadura. «En mi proceso, he establecido años. Para empezar, los 80 cuando empieza a haber monografías temáticas y una importante presencia de hispanistas». En los 90, «eclosión sobre el franquismo, este cambio evidentemente tiene que ver con un contexto, momento en el que muchos jóvenes accedían a proyectos de investigación o a tesis». Aquí es donde empieza a tomar forma «una nueva generación de historiadores». Toma aire y sigue con la exposición de motivos. «Este año se cumplen 20 años del primer encuentro de investigación sobre el franquismo».
Existen diferentes instituciones como ayuntamientos o diputaciones que «son un ámbito privilegiado para el estudio de la clase política con un gran referente que es el trabajo de Encarna Nicolás Marín, de 1982». Respecto al nombre de la conferencia, ¿qué es la historia desde abajo? «Una manera de socialización, un modelo alternativo a la política convencional con la cabeza visible de los historiadores marxistas británicos, desplazando la atención de las élites al nuevo sujeto, que en este caso es el pueblo: vida, actividades y experiencias».
En este momento se hace precisa la búsqueda de nuevas fuentes que avalen la explotación, resistencia y otras experiencias que tienen que ver con la acomodación y adecuación que han compuesto el avance de la acomodación y adecuación. Todo esto, aunque se ha mejorado mucho, deja aún cosas por hacer.
La evolución de los años deja paso a la concepción más humana de la represión. Ahora interesan más las historias personales y las familias están más implicadas. Ya no se habla centrando el discurso en los vencedores y en los vencidos. Hay que abrir más aún el abanico. «Vamos siguiendo varias líneas de investigación: la represión, una lectura cultural, desplazamiento de la concepción de violencia dicotómica y gestión de la pobreza», afirma Cenarro. Todo ello bajo el paraguas de la memoria que irrumpe en el año 2001 con la exhumación en el Bierzo.
