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Honrando la Memoria

Marcel Félix de San Andrés. Pluma Roja, 15-04-2012 | 16 abril 2012

Homenaje a los republicanos asesinados en Puertollano (Ciudad Real)

 

 

Para valorar el aspecto más dramático de la represión, el fusilamiento y la muerte violenta en las cárceles franquistas contamos con varias listas y fuentes. La primera de ellas es la elaborada en 1979 por el conserje del cementerio de Puertollano sobre las anotaciones en el libro de defunciones. Según esa lista, habrían sido fusilados en Puertollano, en varias oleadas, entre junio y noviembre de 1939, un total de 111 hombres y mujeres de izquierda. Cotejada esta lista con la del Registro Civil, refleja la ausencia de algunos nombres ya que la segunda incrementa el número de víctimas hasta los 119, entre fusilados y muertos en prisión. Además existe la lista de puertollaneros fusilados en las tapias del cementerio de Ciudad Real, elaborada a partir del libro de defunciones de este cementerio y que según Francisco Alía alcanza las 45 víctimas. Lista que sería incrementada con otra víctima más según los datos de ACPHM.

La cifra real de víctimas es más alta. Hemos localizado también los datos de fusilados en las tapias del cementerio de Almodóvar del Campo. Allí fueron ejecutados doce vecinos de Puertollano entre junio y noviembre de1939, alos que habría que sumar otras dos muertes violentas en la cárcel de la localidad, y diez fallecidos en otras cárceles almodoveñas, de Santoña y Valdenoceda. En la lista publicada de fusilados en el cementerio del Este de Madrid aparecen cinco puertollaneros y en la lista de prisioneros de Mauthasen aparecen tres vecinos de Puertollano.

La suma total de puertollaneros víctimas del franquismo ascendería a 182 fusilados y 20 muertos en la cárcel. Sin embargo, estamos convenidos que una investigación exhaustiva de otros fusilamientos incrementaría el número de fusilados.

Más complicado es cuantificar el número de presos. Gran parte fueron concentrados en Puertollano, pero otros muchos fueron apresados en campos de concentración cercanos a los frentes en los que combatían cuando finalizó la guerra y también eran numerosos los que estaban intentando salir de España a través de los puertos de Alicante y Valencia. Estimamos que el número de presos que no fueron finalmente fusilados se acercaría a los 350 y que en determinados momentos superaría los 600.

La estadística que retrata el drama del Puertollano de los años cuarenta es que una de cada veinte familias habría tenido un fusilado y una de cada diez un encarcelado. Un dato más: uno de cada diez menores que vivía en Puertollano en aquella época era huérfano real o en la práctica pues uno de sus progenitores había sido fusilado.

¿Cómo operó el franquismo en la aniquilación de la izquierda de Puertollano?

Después de ocupada la ciudad, tras unos pocos días de espera, muchos dirigentes y simpatizantes de izquierda que habían permanecido discretamente ocultos se hicieron visibles volviendo a sus hogares e intentando reincorporarse a sus empleos. Así lo hicieron también quienes retornaron de los frentes antes de ser recluidos en campos de concentración. Se calcula que en el sur de España habría contabilizados por encima de los 60.000 presos republicanos.

Cierta dosis de ingenuidad entre las izquierdas y la enorme maldad con que actuaron los aparatos de represión franquistas explican porque no huyeron. Para muchas de las victimas resonará hasta el último aliento de vida el mensaje de las octavillas y la radio franquista que proclamaba “nada han de temer quienes no tengan las manos manchadas de sangre”.

A la perversidad de la propaganda se unió la fiebre de denuncias y acusaciones infundadas que llenaron los improvisados centros de detención. Inicialmente se habilitó la plaza de toros, también los refugios antiaéreos del paseo de San Gregorio y las escuelas del Ave María. A estos fue necesario sumar el chalé de Alcántara y la cárcel de la Reina Victoria. Desde la plaza de toros y los refugios se fueron trasladando progresivamente a las cárceles habilitadas en el pueblo, a las dos de Almodóvar del Campo y a la cárcel de mujeres. A partir de 1940 comenzaron los traslados a la cárcel de Ciudad Real.

Además de no haber garantías en los juicios sumarísimos, tampoco hubo piedad. No importó fusilar a hombres y mujeres, mayores y menores, discapacitados físicos y sensoriales. El 12 de junio de 1939 entraron en capilla los 41 condenados que fusilarían al día siguiente, una capilla instalada en las escuelas del Ave María, junto a la iglesia de la Virgen de Gracia. Desde allí fueron traslados en camiones al cementerio y en tandas, unos sobre otros, fueron fusilados. Especialmente sangrienta fue la doble muerte de José Meneses que habría sobrevivido al fusilamiento y al posterior tiro de gracia y cuando pidió ayuda, pasadas unas horas en las que creyó pasado el peligro, fue salvajemente rematado a golpes de azadón. A este cruel episodio le siguieron los no menos sangrientos del 13, 16 y 18 de noviembre de 1939…, y los de tantos días posteriores que sumergieron a la ruidosa Puertollano en un silencio que solo rompía el estallido de las descargas y los solitarios tiros de gracia.

En los primeros años de la transición, una colecta popular permitió la construcción de un panteón que rindiera homenaje a todas las víctimas de la represión franquista. Desde entonces, cada 14 de abril, se repite el homenaje depositando coronas de flores, ondeando al viento la bandera por la que dieron la vida y sembrando la semilla de la libertad entre quienes garantizan el futuro de una sociedad más justa: los jóvenes socialistas y de izquierda unida que año tras año asisten a la cita en mayor número.

Marcel Félix de San Andrés

http://plumaroja-plumaroja.blogspot.com.es/2012/04/honrando-la-memoria-homenaje-los.html