La Academia de la Historia ultima el informe sobre el Diccionario Biográfico
La comisión encargada de revisar el Diccionario de la Real Academia de la Historia tiene ya muy avanzado el informe
Madrid, 11 abr.- La comisión encargada de revisar el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia tiene ya muy avanzado el informe en el que trabaja desde hace nueve meses con la finalidad de mejorar algunas entradas de esta gran obra, en especial las de personajes de la historia reciente de España.
La publicación, a finales de mayo de 2011, de los primeros 25 tomos del Diccionario Biográfico, que contiene más de 40.000 biografÃas de todas las épocas, ocasionó una gran polémica cuando se difundió el contenido de algunas entradas, entre ellas la de Francisco Franco, firmada por Luis Suárez.
Este académico afirma que el «GeneralÃsimo» «montó un régimen autoritario, pero no totalitario», en ningún momento utiliza los términos dictador o dictadura ni habla de la represión que hubo en el franquismo.
También levantó revuelo la entrada de Azaña, en la que el historiador Carlos Seco alude al gobierno «prácticamente dictatorial» del socialista NegrÃn.
A raÃz de esa polémica, el anterior gobierno socialista le pidió a la Academia que revisara y, en su caso, corrigiera de inmediato aquellas entradas que carecieran de rigor histórico.
En un comunicado, fechado el pasado 3 de junio, la Academia se hizo eco de las «crÃticas legÃtimas» que se le estaban haciendo y reconoció que algunas entradas admitÃan «otro planteamiento historiográfico y editorial».
Para ello se creó una comisión encargada de llevar a cabo esas mejoras, que se constituyó el 17 de junio. La presidió en principio Miguel Artola, que dos meses más tarde dimitió por motivos de salud, y la formaron también Juan Pablo Fusi y Carmen Sanz.
Tras la dimisión de Artola, la comisión pasó a estar presidida por Faustino Menéndez Pidal y se reforzó con otros tres historiadores: Carmen Iglesias, José Varela y Vicente Pérez Morera.
Según diversas fuentes consultadas por Efe, en estos meses la comisión ha trabajado sin parar porque ha tenido que revisar «miles de biografÃas», entre ellas las de todos los polÃticos, militares y religiosos nacidos entre 1875 y 1931.
Los miembros de la comisión han leÃdo también otras muchas biografÃas de los siglos XIX y XX, que no eran de los ámbitos ya citados, por si veÃan necesario introducir algunas mejoras.
«En general las biografÃas están muy bien», aseguraban las fuentes.
A la hora de incorporar posibles mejoras, la comisión diferencia entre los 25 tomos publicados (de la letra A a la H) y los otros 25 que verán la luz en el futuro. El problema se plantea con los primeros porque, en el caso de los segundos, todavÃa se está a tiempo de cambiar algunas cuestiones, e incluso de pedir biografÃas alternativas, antes de mandarlos a la imprenta.
Para los primeros 25 tomos habrá una adenda en la que, entre otras cuestiones, se incluirán referencias cruzadas que permitirán comprobar «la enorme riqueza» que encierra el diccionario y la pluralidad ideológica de sus autores.
Porque, si bien es cierto que en la biografÃa de Franco no se habla de dictador ni de dictadura, en otras muchas entradas sà es calificado de dictador y su régimen de dictadura, como sucede en las de Carlos Arias Navarro y Luis Carrero Blanco, o en la de Enrique Eymar.
Aún es pronto para saber si en esa adenda habrá biografÃas complementarias de las ya publicadas. Habrá que esperar a que se presente el informe ante el pleno de la Academia en fecha aún por determinar.
Por otra parte, el Gobierno ha mantenido en los Presupuestos Generales la asignación que le venÃa concediendo al diccionario Biográfico, que este año asciende a 163.790 euros, un 15,3 % menos que en 2011.
En ese porcentaje se ha reducido también la partida que recibe la Real Academia de la Historia, que es de 889.930 euros.
«Nosotros nos atenemos a nuestros ingresos y vamos a reducir la actividad lo mÃnimo posible», le dijo a Efe el director de la Academia, Gonzalo Anes, que no quiso precisar cuándo entregará la comisión su informe «porque son cuestiones internas, a las que no hay que darles publicidad».