El Museo de Arte Contemporánea de Vigo será un nuevo lugar de la memoria histórica
La asociación del 36 quiere colocar una placa conmemorativa en la fachada
JORGE LAMAS
vigo / la voz 07 de mayo
La Asociación Viguesa da Memoria do 36 nombrará nuevo lugar de la memoria el edificio que acoge el Museo de Arte Contemporánea de Vigo, Marco. El acto de nombramiento todavÃa no tiene un fecha determinada pero será el próximo otoño. La asociación ha tenido en cuenta el papel histórico jugado por el edificio, que fue cuartel, cárcel y juzgado relacionado con la represión franquista. «Del saÃron as tropas que leron o bando de guerra; alà se realizaron os xuizos sumarisimos que dictaron o fusilamento de 136 personas no monte do Castro; e alà foron detidas moitas persoas polas súas ideas polÃticas», afirma Telmo Comesaña, presidene de la asociación.
La intención de esta asociación es poner una placa de bronce en la entrada del museo para que la gente pueda conocer esta parte de la historia. «Xa lle enviamos un correo electrónico a Carmela Silva, como concelleira de Patrimonio Histórico que é, pero se non o autorizan será igual», explica Telmo Comesaña. El comentario no es gratuito porque ya este mismo gobierno municipal les impidió colocar una placa en una de las entradas del cementerio de Pereiró, la que da acceso a lo que antiguamente se llamaba cementerio civil. «Alà hai enterradas 740 persoas e nós queriamos poñer unha placa con as derradeiras palabras de Heraclio Botana, como homenaxe a todos eles, pero non nos deixaron», apunta el presidente de Memoria do 36.
Otros espacios
Desde su creación, la Asociación Viguesa da Memoria do 36 señaliza todos los años un lugar de la memoria, que son espacios donde de una forma dramática se vivió la represión sustentada por los rebeldes a la Constitución de 1931. La carretera vieja de Puxeiros, la playa de Os Olmos ou el monte de O Castro acogen monolitos que recuerdan los asesinatos cometidos en esos lugares desde julio de 1936. «Queremos sinalar os lugares para que a xente saiba onde pasaron cousas», añade Telmo Comesaña.
