Parlamento de Navarra: «Celebraban los fusilamientos con misa y chocolate con churros»
Testimonios de familiares de personas fusiladas en la Guerra Civil de 1936 por defender la República abrieron ayer la Ponencia sobre Memoria Histórica
CINCO HIJOS DE PERSONAS FUSILADAS ABRIERON AYER LA PONENCIA SOBRE MEMORIA HISTÓRICA DEL 36
PAMPLONA, LOLA CABASÉS – Miércoles, 30 de Mayo de 2012
LOS testimonios de familiares de personas fusiladas en la Guerra Civil de 1936 por defender la República abrieron ayer la Ponencia sobre Memoria Histórica creada en el Parlamento de Navarra.
Unos testimonios con los que, tal y como aseguró Roberto Rocafort -hijo de Javier, sangüesino asesinado a los 28 años tras permanecer preso en el Fuerte de San Cristóbal por militar en Izquierda Republicana-, «no queremos venganzas ni odio, solo que sepáis la verdad». Una verdad que se escribe con mucho pesar. Y es que, como explicó Tomás Dorronsoro, hijo de Corpus, concejal socialista de Pamplona, quien, además de quedarse huérfano, ha vivido con «el lastre social» de apellidarse Dorronsoro, «la gente asistÃa a los fusilamientos como a una fiesta, lo celebraban con misa y chocolate con churros».
Mirentxu Aguirre (a quien acompañaba su marido, Antontxu Zabalza), hija de Fortunato, que en 1936 era alcalde nacionalista de Estella, dejó claro que a su aita, como a más de 3.000 navarros, le fusilaron por defender sus ideas. Ella dijo sentirse, de alguna manera, «privilegiada», ya que hace 53 años pudieron rescatar los restos de su padre y darle una sepultura en condiciones. Explicó que, con su hermana gemela, fueron hijas póstumas y reconoció a Rocafort que «igual nuestra vida habrÃa sido distinta» si su padre no hubiera puesto guardias en Irache cuando Mola y otros golpistas preparaban el alzamiento, pero hizo lo que debÃa.
La de Josefina Lamberto, hija de Vicente y hermana de Maravillas, dos vÃctimas cuyos restos no han aparecido, es otra vida también marcada por el dolor. Ayer, Josefina, con una vida cargada de penalidades e incomprensiones, manifestó su deseo de localizar el lugar donde fue enterrado su padre y lamentó que nunca aparecerá el de su hermana Maravillas ya que, tras ser violada y brutalmente asesinada, fue quemada. Aurea Jaso, de Mélida, también relató la «desaparición» de su padre socialista y hermanos.
En esta primera sesión de la ponencia, los parlamentarios pudieron escuchar testimonios escalofriantes de estos miembros de la Asociación de Familiares de Fusilados, quienes plantearon sus peticiones para que estos hechos no queden en el olvido. A estos testimonios seguirán los de otras personas también represaliadas, que acudirán al Parlamento el dÃa 12 de junio, asà como de expertos, historiadores e investigadores.
Ayer, los asistentes, además de demandar el derecho a las exhumaciones y a un mapa de fosas, reiteraron un acuerdo con la UPNA para crear un fondo documental, entre otros fines; la creación de un Instituto de la Memoria y la atención al Parque de la Memoria de Sartaguda. También pidieron una atención especial al Fuerte de San Cristóbal en su relación con las vÃctimas y a los esclavos del franquismo; la declaración de reparación y reconocimiento personal de las mismas; la retirada de sÃmbolos y menciones franquistas; e integrar lo relativo a la Guerra Civil sin manipulaciones en los ciclos educativos.
