Izquierda Plural solicita declarar el 18 de julio día oficial de condena al franquismo
José Luis Centella, portavoz de Izquierda Plural: «Hoy, 18 de julio, es un día triste y de luto»
Europa Press | MadridHace 76 años, a mediodía del 18 de julio el África español era plenamente de los sublevados y el general Queipo de Llano se hacía con el mando del Ejército en Andalucía. Había comenzado la Guerra Civil con la sublevación militar.
Ahora, casi 80 años después, José Luis Centella, secretario general del Partido Comunista y portavoz del grupo Izquierda Plural, considera que «ya es hora» de que España condene los años de dictadura y «de una vez por todas» resuelva esa etapa histórica.
Por ello, su grupo (que congrega a Izquierda Unida, Iniciativa per Catalunya Verds y el CHA aragonés) ha solicitado este miércoles que ese día, el 18 de julio, se declare día oficial de condena a la dictadura franquista.
«Hoy es un día triste y de luto», ha lamentado Centella recordando el aniversario del golpe militar que acabó con la II República. el portavoz de la coalición de izquierdas considera que aún es necesario un acto «formal» de condena y un reconocimiento «a los hombres que dieron su vida defendiendo la democracia y la libertad».
Izquierda Unida cree que ningún grupo parlamentario se opondrá a esta iniciativa porque, según ha afirmado Centella, no hay ninguna formación que no esté dispuesta en el Pleno a condenar los años de dictadura.
«Esta declaración oficial se hace en homenaje y reconocimiento de todos los hombres y mujeres que fueron víctimas de la guerra civil española, así como de cuantos padecieron más tarde la represión de la dictadura franquista», versa el texto presentado por la Izquierda Plural en el Congreso.
Indignación por el Valle de los Caídos
Izquierda Plural ha lamentado que Francisco Franco siga enterrado en el Valle de los Caídos, en contra de lo que una comisión de expertos determinó a finales del año pasado. «Es algo que duele e indigno», ha aseverado Centella antes de opinar que el Valle debería ser un lugar de encuentro, reparación, justicia y verdad; y no representar «un agravio más» a las víctimas de la dictadura que comparten enterramiento «con su verdugo».
