La Vara de la Libertad estuvo en El Mazucu
El sábado 14 realizamos un homenaje a los milicianos asturianos y a los «gudaris» vascos que se enfrentaron al ejército franquista en Septiembre de 1937
LA VARA DE LA LIBERTAD ESTUVO EN EL MAZUCU
El pasado sábado día 14 el Alto de la Torneria, en El Mazucu, en la Sierra del Cuera (Asturies), fue escenario del homenaje que organizada por las asociaciones FAMYR de Asturies y Ahaztuak/Olvidad@s 1936-1977 de Euskal Herria se les tributó a los milicianos asturianos y a los «gudaris» vascos que en estos lugares enfrentaban al fascismo y al ejército franquista en Septiembre de 1937.
En ese emocionante encuentro estuvieron presentes centenar y medio de personas y entre ellas Felipe Matarranz y Antonio Batalla, «Machi», luchadores en aquellos días de sangre y plomo en estos lugares, supervivientes de la barbarie fascista y de aquella lucha brutal en aplastante inferioridad de condiciones numéricas y de armamento, que no de dignidad.
Y en esas alturas de El Mazucu, con el Cantábrico en la lejanía, y con su brisa que nos acariciaba el cuerpo y el alma, el sábado también estuvieron entre nosotrxs dos presencias entrañables: la de Antonio Cabrero Santamaría, alcalde del pueblo navarro de Pitillas, y la de Valentín LLorente, maestro de Fitero y de Igea.
Barrancos estos de El Mazucu donde tantos milicianos y gudaris aún tienen sus restos. Barrancos los de la sierra soriana de La Alcarama donde aún reposan los restos del alcalde y el maestro. Barrancos que se abrazaron el sábado a través de los rayos de sol que acompañaron el acto de homenaje y que nos hicieron sentir que aquella «vara de la Libertad» que portara Antonio Cabrero era la que defendieron en estos montes los milicianos que honramos, porque era el símbolo de la voluntad del Pueblo.
No hace muchas semanas se público el excelente libro que sobre los hechos que acompañaron los últimos meses de vida de Antonio Cabrero y Valentín LLorente ha escrito Isabel Goig. Este libro y lo que narra, aquellos de los que habla y sobre todo las esperanzas y la necesidad de un mundo mejor y más justo y equitativo que entre el terror y el dolor esta presente en cada página, estuvieron con nosotrxs en El Mazucu y como hicimos en su día en el homenaje a estos dos hombres en la Sierra de la Alcarama, en el lugar donde fueron asesinados y donde aún esperan ser hallados sus restos, también en este Alto de la Tornería, junto al monolito en honor de los milicianos y gudaris antifascistas también sentimos hasta los tuétanos eso que el amigo y compañero riojano Paco Marín expresó también y tan bien cuando cantó, para que todos los sepan, porque estábamos el sábado en esa Sierra del Cuera:
«Fuimos a cantar canciones
a emocionarnos con versos
a dejar sobre la piedra
sus nobles rostros impresos
para que cuando alguien pase
guarda de monte o viajero
sepa que los buenos rojos
nunca olvidan a sus muertos»