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Las víctimas alzan la voz contra las torturas del franquismo en España

El Nuevo Herald (Miami), | 24 septiembre 2013

elnuevo_logo_channel“Para ellos éramos menos que nada y nos demostraban constantemente que podían hacer lo que quisieran con nosotros”

 

POR DANIEL BOSQUE. AFP

MADRID – — “Me pegaron, hubo violencia física, hubo violencia psicológica. Ahora pedimos, por lo menos, el reproche social. Quiero que todo el mundo sepa quién es esta gente y qué hizo”, denuncia María Rumín, torturada por el régimen franquista que aun espera una reparación.

Con una denuncia en marcha en Argentina contra los crímenes de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975) y la llegada a España de un grupo de trabajo de las Naciones Unidas para estudiar las desapariciones durante ese periodo, las víctimas de esa presunta represión alzan sus voces, calladas durante años.

“No te dejaban dormir, tenía una bombilla permanentemente en la celda y no sabías si era de noche o de día, te subían a tomarte declaración, te intimidaban con amenazas”, recuerda Rumín, detenida en febrero de 1975 con solo 17 años durante una manifestación contra el régimen en la que participaba como miembro de las juventudes comunistas.

“Para ellos éramos menos que nada y nos demostraban constantemente que podían hacer lo que quisieran con nosotros”, se sincera, con voz contundente, en una rueda de prensa celebrada este lunes en Madrid.

Su arresto se alargó durante tres días en los que la mantuvieron incomunicada, sin informar a su familia de que se encontraba en los calabozos de la Dirección General de Seguridad del régimen franquista, ahora sede del gobierno regional de Madrid.

“Ese edificio era la cueva de la tortura. Nadie quería acercarse allí”, narra con voz tímida y entrecortada Felisa Echegoyen, detenida en 1975 con 27 años por pertenecer a un grupo izquierdista.

La mayoría de los opositores al régimen arrestados en Madrid eran enviados a ese edificio, donde muchos denuncian haber sufrido agresiones y vejaciones.

“De las cosas más duras de cuando estabas allí era el momento cuando te llevaban a la sala de interrogatorio y veías salir a compañeros con la cara desfigurada por los golpes y una expresión totalmente desencajada”, añade Jesús Rodríguez, militante comunista detenido en tres ocasiones en los últimos años de la dictadura.

Rodríguez se considera afortunado porque a él lo pegaron “lo normal”: “me hicieron tres interrogatorios con golpes en varias partes del cuerpo, amenazas con un arma de fuego y todo tipo de insultos”.

Los tres forman parte de la cincuentena de víctimas del franquismo que, ante la imposibilidad de juzgar los hechos en España debido a una ley de amnistía aprobada en 1977, presentaron una denuncia en Argentina para investigar los presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos durante ese periodo.

El pasado viernes, la investigación llevó a las primeras imputaciones: cuatro expolicías españoles, de entre 66 y 78 años, sobre los que la juez encargada del caso, María Servini de Cubría, emitió una orden de detención y extradición.

Entre ellos, aparece un nombre conocido de María, Felisa y Jesús: Juan Antonio González Pachecho, de 66 años y apodado “Billy el Niño”.

“Billy el Niño aun infunde mucho miedo”, reconoce Rumín. “Era famosísimo porque torturó a medio Madrid”, añade.

“Lo llamaban así porque hacía jueguecitos con la pistola, como si fuera un cowboy, y por su edad. Era muy joven”, explica Echegoyen.

Casi cuarenta años después de lo ocurrido, familiares y supervivientes, que cifran en 114.000 las víctimas de la dictadura, lamentan que el Estado español aun no haya reconocido oficialmente los hechos y concentran la mayor parte de sus esperanzas de ser reparados en el proceso abierto en Argentina.

“Espero que después de este proceso, nadie en España pueda decir que aquello no existió. Quiero que quede plasmado en un papel judicial que elimine cualquier negacionismo histórico sobre esto”, señaló Rodríguez.

“Es una de las últimas oportunidades para conseguirlo. No solo por la edad de los torturadores, sino por la edad de nosotros mismos. Ahora hay una generación de víctimas que todavía podemos hablar, pero en diez años no quedaremos ni la mitad”, advirtió.

dbh/sg/jo

http://www.elnuevoherald.com/2013/09/23/1574001/las-victimas-alzan-la-voz-contra.html