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“Si en la ceremonia de beatificación el Papa habla de los mártires del franquismo terminará con la hipocresía de la Iglesia”

El Plural., 09/10/2013 | 10 octubre 2013

consejosdeguerraEn su libro ‘Consejos de Guerra contra el clero vasco’, Anxo Ferreiro narra el drama de los curas encausados por los golpistas de Franco

 

A. MOYA |

El historiador Anxo Ferreiro Currás afirma que la ceremonia de beatificación de 522 mártires de 1936 “es una forma hipócrita de justificar lo que llamaron la Santa Cruzada y de ocultar la implicación de la Iglesia”. Cree probable que el Papa hable en directo durante el acto pero está a la espera de saber qué dirá: “si hiciera referencia en su mensaje a los otros mártires, los que la Iglesia no reconoce, pondría una base para que se termine la hipocresía”. Ferreiro hizo estas declaraciones a ELPLURAL.COM en el transcurso de una entrevista sobre su nueva obra ‘Consejos de Guerra contra el clero vasco. La Iglesia vasca vencida.’

“El mártir Manuel Borrás implicadísimo con el golpe”

Sobre la ceremonia de beatificación de Tarragona que la Conferencia Episcopal impulsa con especial empeño, opina el historiador. “Quieren seguir condenando la memoria histórica. Recuerdan solo a los de una parte cuando en la otra también hubo mártires. Ahora quieren beatificar a 522 mártires. Hay que decir que algunos sí lo son, pero declaran mártires y beatos a muchos otros que estaban identificados con el golpe de Franco, el mismo obispo auxiliar de Tarragona Manuel Borras que también será beatificado, estaba implicadísimo. Ellos beatifican a los mártires de la iglesia de Franco pero no a los asesinados por Franco.”

La Iglesia con el franquismo

¿Por qué razón? “Porque continúan con  la represión o buscan salirse de la situación en que estuvo la iglesia metida. Es una forma hipócrita de querer justificar lo que denominaron la Santa Cruzada aunque ya no la llamen así y la hipocresía de ocultar la implicación de la iglesia. Una parte de la Iglesia tuvo una implicación desde el principio en una guerra que fue contra la base de la propia iglesia y del Evangelio. “Mete tu espada en la vaina…”

Republicanos católicos fervientes

Entre los republicanos había católicos fervientes. Narra en su libro Anxo Ferreira relatos estremecedores de misas en las trincheras y ambos bandos compartiendo los cantos con las armas en silencio.  “La diferencia es una iglesia vencida por franco. En esta iglesia vasca vencida colaboro plenamente la jerarquía de la iglesia dirigida por el cardenal Gomá”.

El Papa puede acabar con la hipocresía eclesial

¿Piensa Anxo Ferreiro que el Papa dirigirá la palabra durante la ceremonia de beatificación? “Parece que lo van a lograr pero lo que hace falta saber es qué palabras dirá el Papa. A ver:  si hace referencia a los mártires que ha producido la guerra de la parte republicana, pondría una base para que la iglesia se deje de hipocresía y pida perdón por fomentar aquella guerra y hacer celebraciones insultantes par los mártires de la otra parte y quienes están en las cunetas.”

Silencio de la iglesia ante los curas vascos asesinados

El libro relata la historia de la Iglesia asesinada, encarcelada, desterrada y exilada. “Hay que decir sobre esa iglesia vasca que la jerarquía eclesiástica no ha pedido perdón por aquello. Y que en el 2009 se celebró una ceremonia por parte de todos los obispos vascos y algunos del extranjero reconociendo lo que paso. Pero solo acudió la iglesia vasca. Es una vergüenza y un insulto que el resto de la jerarquía eclesiástica no hiciera acto de presencia.”

Capellanes de los soldados republicanos

Los delitos principales de estos curas y religiosos eran diversos: sus ideas a favor de la República –el régimen democráticamente establecido-, seguir la doctrina social de la Iglesia o defender el nacionalismo; enseñar euskera y escribir en periódicos vascos.  “Muchos fueron  capellanes de gudaris,  de los soldados vascos. Se daba una situación insólita. El ejército de Franco luchaba contra un ejército de la otra parte que tenía capellanes. Cuando el ejército nacional cayó sobre Bilbao, la mayor parte de los capellanes gudaris fueron detenidos, juzgados y condenados. “

El cáliz y los oleos como armas

“Toda la Iglesia ‘oficial’, la de Franco, estaba en contra de ellos. Propagaron todo tipo de calumnias, como que habían manejado armas. Era rotundamente falso. Nunca utilizaron las armas, era una condición para ser capellán gudari, no usarlas. Los de la otra parte en cambio iban ensotanados, con el crucifico y el fusil. Los capellanes gudaris iban ‘armados’ con una maletita en la que portaban los oleos para la extremaunción y el cáliz para la eucaristía. La maleta hacía las veces de altar.”

Un mártir más

Eran carmelitas, pasionistas, franciscanos, corazonistas, jesuitas. Sobrecogen las historias recopiladas y los propios consejos de guerra. Los jueces instructores reclamaban como testigos a alcaldes, tercio de la Guardia Civil, jefes locales de FET y de las JONS que eran a su vez acusadores. Entre las historias que más han impresionado a Anxo Ferreiro se cuenta la del cura Jon Izurrategui, párroco de Elorrio. “Era un hombre defensor de la lengua vasca en la que redactó algunos escritos catequéticos. El pueblo entonces hablaba vasco y la instrucción que había era que los curas se dirigieran en vasco a los feligreses. Le juzgaron y le condenaron a ocho años. Murió en la cárcel, a los 76 años, abandonado de la jerarquía, sin comida, sin médicos. Un mártir más.”

Hostil contra la gloriosa invasión española

O el coadjutor de la parroquia de Baracaldo, Francisco Errasti Albizu acusado de ‘hostilidad contra la gloriosa invasión española’. Había sido director de las escuelas vascas durante la República y cuando se celebró el Consejo de Guerra manifestó haber sido nacionalista de ideas desde su infancia y que había manifestado en conversaciones  su firme convencimiento del triunfo de las tropas vasca. Añadió su deseo de que se triunfara sobre el ejército nacional si bien teniendo presente el derecho canónico que determina que los sacerdotes no fomentarán las luchas intestinas que puedan existir dentro del país. Le condenaron a muerte si bien meses después le conmutaron la pena.

“Mataron, encausaron, encarcelaron…”

Mataron a 17 sacerdotes. Unos 200 fueron encausados y juzgados en Consejos de guerra donde se les condenó a pena de muerte luego conmutada; a cadena perpetua, y  a penas de cárcel de hasta 20 años. “Pasaron por las cárceles de Dueso, Nanclares de Oca, Dueñas y finalmente la cloaca de Carmona. Gracias al Cardenal Segura en Carmona les permitieron subir a la capilla e incluso celebrar misa, hasta que  Franco forzó la dimisión de Segura de la diócesis de Sevilla.”

El brazo de la Iglesia es alargado

“Al salir de la cárcel eran desterrados, se les enviaba  a otras diócesis ajenas a las vascas. Y a partir de ahí se encontraban con que el brazo de la Iglesia era terriblemente alargado… siempre vigilados, perpetuamente controlados.” Más de 800 sacerdotes se exiliaron en otros países. “Pero de todos ellos, hoy por hoy, la Iglesia calla”.

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