Villafranca inaugura un memorial a las vÃctimas de la represión franquista
Villafranca de los Barros fue una de las localidades donde mayor virulencia adquirió la represión
El alcalde de la localidad, Román Ropero Mancera, ha inaugurado esta mañana en el cementerio municipal un monumento conmemorativo en homenaje a las vÃctimas de la represión franquista, que recoge los nombres de 327 hombres y mujeres represaliados durante la guerra civil, y cuyos mármoles en los que figuran flanquean al inaugurado en mayo de 1987 «a todas las vÃctimas en defensa de la libertad».
En su intervención, Ropero ha subrayado que, con «el homenaje, se reconoce la presencia de nuestro pueblo» y se pretende «devolver la vida a quienes les fue arrebatada por la represión» y «prevenir del olvido tesis negacionistas». El alcalde ha sintetizado que el monumento trata de «promover la conciencia cÃvica en un marco de tolerancia y libertad» y supone, a la vez, «un acto de reconciliación para recordar y difundir a los desaparecidos» y recalcó su voluntad de seguir defendiendo la memoria frente al olvido».
En el acto intervinieron también el presidente de la Asociación de la Memoria Histórica de Extremadura (AMHEX), José Manuel Corbacho Palacios, quien significó que «el Memorial era una reparación simbólica que no admitÃa más demora» y recordó que, entre los represaliados, se encontraba la maestra natural de Zorita (Cáceres), Catalina Rivero, de 35 años, «asesinada por educar en la libertad», y para quien pidió una calle o plaza en la localidad.
Asimismo, intervinieron Paquita Matamoros; Dolores Carballo GarcÃa, familiar de una de las vÃctimas; y el historiador Francisco Espinosa Maestre quien, el 28 de marzo pasado, entregó el listado en el registro del ayuntamiento, tras las investigaciones realizadas por él mismo y por Sebastián Merino, MarÃa del Espino Núñez-Barranco Ruiz y José Antonio Soler, una listado incompleto que sigue abierto a la investigación para sumar sus nombres a los que figuran ya inscritos en los dos mármoles que flanquean el monumento a la memoria inaugurado en 1987.
Villafranca de los Barros fue una de las localidades, junto a Badajoz, Almendralejo y Mérida, donde mayor virulencia adquirió la represión –el 13 por ciento, mujeres– y donde no murió ningún hombre de derechas, gracias a la intervención de mandos socialistas locales y del gobernador civil republicano.