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Franquismo de baja intensidad: el caso Hernando

Antonio Avendaño. Andaluces, 26-11-2013 | 27 noviembre 2013

_PrAndalucesEl fracaso de la Ley de Memoria Histórica tiene nombre de diputado por Almería y se llama Rafael Hernando

 

26 NOV 2013

El fracaso de la Ley de Memoria Histórica tiene nombre de diputado por Almería y se llama Rafael Hernando. Puede que Hernando, es verdad, no sea exactamente el tipo más listo de cuantos se sientan en el Congreso de los Diputados, pero no por eso dejar de ser un valiosísimo espécimen político nacional, y no tanto porque se sienta identificado con el bando nacional que ganó la Guerra Civil como porque el diputado Hernando es el paradigma de las ominosas carencias de la propia nación en relación a la memoria y dignificación de las víctimas civiles republicanas de la guerra y la posguerra, unas carencias que han convertido la Ley de Memoria Histórica en una ley inviable y moribunda.

Hernando ha sido denunciado por injurias por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica por haber dicho en el programa de contenido nacional El Cascabel al Gato -emitido por la cadena también nacional 13TV y en el que suelen participar contertulios preferentemente nacionales- que “algunos se han acordado de su padre cuando había subvenciones para encontrarlo”, en referencia a la financiación pública de las exhumaciones de desaparecidos. No está claro, sin embargo, que una demanda así vaya a prosperar, pues para ello sería preciso demostrar que hubo ‘animus injuriandi’ por parte del diputado, y no es evidente que lo hubiera.

Lo revelador del caso es precisamente eso: que Hernando dijo lo que dijo sin tener conciencia de que podía estar ofendiendo a decenas de miles de compatriotas. Dijo lo que dijo con el mismo tono liviano, el mismo gesto burlón y el mismo cínico desparpajo con que podría haber dicho cualquier nimiedad de las que se dicen en la barra de un bar después de muchas cervezas o en las tertulias del corazón después de muchos anuncios.

Pero en eso Hernando no está solo.Una parte muy importante de la derecha nacional comparte la posición moral de Hernando, entendiendo por posición moral la indiferencia, el hastío, el desprecio o la mera sonrisa de suficiencia que le suscitan las exigencias de justicia y reparación de esos familiares. Hernando no cree que haya nada que recordar, nada que exhumar, nada que reparar. No lo cree sinceramente. Y la razón de que no lo crea no es, necesariamente, que no sea un cráneo privilegiado, aunque eso también ayude, sino que la razón principal es que Hernando y muchos españoles de derechas como él siguen profesando, aun sin saberlo, un cierto franquismo de baja intensidad incapaz de advertir la crucial diferencia que existe entre la paz y la victoria.

75 años después de pronunciada, aquella conmovedora plegaria civil de Manuel Azaña en la Barcelona de 1938 reclamando “Paz, piedad, perdón” no ha llegado al corazón ni a la conciencia de los vencedores. La burla de Hernando a las familias de los asesinados es en verdad la burla de un vencedor, sólo que al producirse tres cuartos de siglo después de ocurridos los hechos Hernando no cree estar burlándose de nadie ni cree estar comportándose como un vencedor. “Pero si yo ni siquiera había nacido cuando la guerra”, diría con audaz imaginación en su defensa.

No es, pues, nada probable una condena por injurias. Viendo sin prejuicios ni malicia las imágenes del programa de 13TV se llega pronto a la conclusión de que Hernando tal vez sea tonto pero no malo. Observando atentamente su entonación y su gestualidad no se advierte que haya en él conciencia ni sospecha alguna de estar ofendiendo a los familiares de los 47.399 andaluces que, según el censo de la Junta de 2010, permanecen sepultados en 614 fosas sin nombre diseminadas por toda Andalucía, por una de cuyas provincias es Hernando diputado (nacional, por supuesto). ¿Y por qué? (No por qué es diputado, que sería una buena pregunta, sino por qué no es consciente de estar ofendiendo). Por esto: porque, 75 años después de acabada la Guerra Civil, Rafael Hernando es un vencedor, pero no lo sabe.

http://www.andalucesdiario.es/Sur_izquierda/franquismo-de-baja-intensidad-el-caso-hernando/