Los papeles de la Guerra no caben en el Centro de la Memoria Histórica
El Archivo Histórico Provincial de Salamanca, cedido por la Junta, tendrá que seguir albergando los fondos documentales
F. GÓMEZ | SALAMANCA
Tal día como hoy, un 19 de enero, hace ocho años, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ejecutaba la histórica primera salida de fondos del Archivo General de la Guerra Civil desde Salamanca hacia Cataluña. Eran las famosas primeras 507 cajas transportadas en carretillos por los operarios del Ministerio de Cultura, que entonces dirigía Carmen Calvo.
Lo hacía en cumplimiento de ley 21/2005, aprobada el 17 de noviembre que, además de establecer la entrega inmediata de esas 507 cajas a la Generalitat de Cataluña (en realidad fueron 500 en un primer momento por una duda legal de última hora), obligaba al Gobierno a que en el plazo máximo de un año, por tanto en noviembre de 2006, estuviera «creado y en funcionamiento» el Centro Documental de la Memoria Histórica, con sede en Salamanca y en el que se integrara el antiguo archivo bélico.
Hoy, hace ocho años
Un proyecto que iría acumulando un progresivo retraso y que, tras muchas dudas sobre su emplazamiento, fue licitado en el año 2009. La primera piedra para convertir en CDMH la antigua sede de la Tesorería de la Seguridad Social en la plaza de los Bandos se puso en el verano del 2011 por la ministra Ángeles González Sinde con un plazo de ejecución de 24 meses y un presupuesto de casi 8 millones de euros.
Ocho años después de la salida de aquellas primeras cajas la obra aún no ha sido oficialmente entregada, aunque se ultiman los remates. Sin embargo, la entrada de los técnicos en este nuevo espacio para preparar el traslado desde el Colegio de San Ambrosio (que continuará funcionando como una de las sedes del organismo) ha deparado la sorpresa de la escasa capacidad del inmueble para acoger los fondos que debería custodiar el centro archivístico.
Según el proyecto presentado por Fernando Pardo, el centro cuenta con casi 3.500 metros cuadrados de superficie en siete plantas. Espacios con usos diversos que van desde salones de actos y salas expositivas a despachos y zonas de consulta. En principio, el inmueble tendría asociado un espacio auxiliar en el barrio de Tejares donde se custodiarían físicamente los fondos. Sin embargo, este inmueble finalmente no se ha construido, y los intentos por ubicar los archivos en la nueva sede han resultado infructuosos. De esta forma, el centro estatal tendrá que seguir haciendo uso del espacio cedido por la Junta de Castilla y León en el Archivo Histórico Provincial. Una «ocupación temporal» que ya está generando algunas dificultades para la gestión de este centro documental regional.
Nuevas incorporaciones
Desde la conversión en CDMH, el antiguo Archivo de la Guerra Civil ha recibido algunas incorporaciones relevantes que exceden con mucho las posibilidades de espacio tanto del Colegio de San Ambrosio como de la nueva sede. En especial, los traslados desde el Archivo Histórico Nacional y el Archivo General de la Administración de un volumen de fondos que supera las 10.000 cajas. La mayor incorporación fueron las 4.200 cajas trasladadas desde Alcalá de Henares con documentación del Tribunal Nacional de Responsabilidades Políticas y del Tribunal de Orden Público.
También se trasladaron un número similar de cajas pertenecientes a la causa general del franquismo y los tribunales populares de la república. Fondos a los que podría sumarse, si fructifican las gestiones que realiza el Ministerio de Cultura, algunos archivos singulares vinculados al periodo de la Transición que sí irían destinados a la nueva sede de los Bandos.
De esta forma, tras la apertura del edificio, la gestión de fondos y consultas será en tres espacios, uno de ellos ajeno al propio Ministerio de Cultura, un problema que dificultará el funcionamiento diario del centro de investigación, según advierten los técnicos archiveros.
